Fuera de la óptica Indígena: Zapatistas y Videastas Autónomos.

Este artículo refleja la importancia de los medios indígenas como producto y como proceso, y ofrece un modelo cooperativo y transnacional de construir medios indígenas. Utilizando el trabajo de Chiapas Media Project/Promedios el cual, durante los últimos 10 años, ha entrenado a más de 200 hombres y mujeres indígenas en la producción básica de videos, construyendo y equipando en territorio Zapatista cinco Centros Regionales de Medios con producción de video digital, postproducción, audio y acceso satelital a internet, permitiendo la producción de 24 videos para distribución internacional y proveyendo los medios para cientos de videos utilizados internamente por las comunidades indígenas en Chiapas. Este proyecto nos permite analizar como las comunidades en Chiapas adaptan la tecnología audiovisual como una importante herramienta para la comunicación interna, la preservación cultural, los derechos humanos, y como un vehículo para comunicar sus propias verdades, historias y realidades al mundo externo. Este trabajo explora el importante papel del “afuerino” como colaborador de las comunidades/organizaciones indígenas en la adopción de iniciativas mediáticas –a saber, el inicio de la transmisión de tecnología, creación de infraestructura y sustentabilidad.

Palabras claves: medios indígenas, Zapatistas, transferencia de tecnología audiovisual.

Autor: Alexandra Halkin
Documentalista, ex-directora, y actual Coordinadora Internacional de Chiapas Media Project/Promedios.
e-mail:
alex@chiapasmediaproject.org

Recibido: 6 de diciembre de 2005    Aceptado: 5 de enero de 2006





 
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No creo y no quiero promover, que CMP/Promedios es el único medio para facilitar y promover los medios indígenas; más bien espero compartir mi historia, incluyendo mis errores, durante los pasados 10 años para alentar a otros a unirse a esta lucha. Uso la palabra "lucha" muy conscientemente, ya que cualquier persona involucrada en el cambio social- como un artista, un académico, un activista o todos los anteriores- deben estar conscientes del papel que juegan en la defensa de Derechos Humanos, especialmente en la presentación de éstas realidades. En este artículo enfatizaré los contextos en los que operan los medios de comunicación como agentes de cambio social: locales, domésticos y globales.

He sido documentalista por más de 25 años, y tempranamente en mi carrera, me dí cuenta del poder de los medios en la creación del cambio social. He producido videos acerca del SIDA, derechos reproductivos de la mujer, desempleo y gentrificación, además de videos en Cuba. A través de mi carrera, he llegado a la conclusión de que los documentales no son sólo acerca del producto final sino también acerca del proceso.

Esto se hizo más claro hacia fines del 1980, cuando vi una pequeña producción en video de Video Sewa, una organización con base en Ahmedabad, India, que usa el video como un medio para dar mayor poder a mujeres analfabetas, desempleadas o campesinas auto empleadas.

El video fue filmado por una mujer que tenía muy poca experiencia en la producción de video, y la calidad era pobre, pero había algo en las imágenes que resonaba en mí. Era claro que la videasta no era una extraña presentando la historia de alguien más, sino que era una persona haciendo un documental de su propia experiencia. Mirar este video me dio la idea de el poder que significaría darle acceso a la tecnología audioviusal a personas marginales para que contaran su historia- una historia que nadie más va a contar.

Los Zapatistas

"Somos indígenas, de diferentes lenguas y culturas, descendientes de los antiguos pueblos mayas. Por razones de grandes injusticias, despojos, humillación, discriminación, marginación y olvido, que venimos padeciendo desde hace varios siglos los indígenas de Chiapas como todos los pueblos indios de México, y como también en cualquier parte del mundo padecen millones de hermanos la misma situación, como en América y en otros pueblos. Como consecuencia de la violenta conquista española y posteriormente de las invasiones norteamericanas. Nos dejan en la completa miseria y exterminio. Razones que nos obligó a levantarnos en armas el 1er de enero de 1994, y decir: ¡Ya basta!". Comandante David, Oventic, Chiapas 2003.


Traducido por Paula Borquez

Fotografía: Francisco Vázquez.

El trabajo de video nos ha conmovido realmente; tiene gran importancia para ayudarnos a construir nuestra historia indígena. Podemos ver que seremos capaces de hacer muchas cosas por nuestro bienestar y el futuro de nuestros hijos". Estella, videasta zapatista, abril 2003.

Este es un artículo acerca de la importancia de los medios de comunicación indígena -tanto en términos de producto como de proceso- que ofrece un modelo para hacer un medio de comunicación indígena de "buena práctica" cooperativo, transnacional. Estas observaciones se basan en mi experiencia personal con Chiapas Media Project (CMP)/Promedios, una ONG bi-nacional que provee de videos, equipamiento computacional y entrenamiento a comunidades indígenas de Chiapas y Guerrero, México. CMP/Promedios ha entrenado a más de 200 indígenas, hombres y mujeres, en la producción básica de videos; ha construido y equipado cinco Centros Regionales de Medios de Comunicación en territorio zapatista con producción digital de videos, postproducción, audio y acceso satelital a internet; ha permitido la producción de 24 videos de distribución internacional; y ha provisto los medios para cientos de videos utilizados internamente por las comunidades indígenas de Chiapas. Soy la fundadora, anteriormente directora, y ahora coordinadora internacional de Chiapas Media Project/ Promedios.

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN/Zapatistas) es una organización indígena Maya con base en Chiapas, México. El 1de enero de 1994, el EZLN le declaró la guerra al Gobierno mexicano en un levantamiento armado que tomó más de seis pueblos en Chiapas. La razón establecida para el levantamiento fue que los indígenas, sus derechos y su cultura no eran reconocidas en la Constitución mexicana, y por lo tanto los indígenas en México eran tratados socialmente y a través de las leyes como ciudadanos de segunda clase. A ellos les eran (y son) negados los derechos garantizados a todos los mexicanos bajo la Constitución mexicana. Es significativo que los zapatistas eligieron el 1 de enero de 1994 para el levantamiento, ya que esa fue la fecha en la que el Tratado de Libre Comercio de Norte América (NAFTA) empezó a ser aplicado. Siendo esencialmente agricultores, el prospecto del NAFTA tendría un impacto significativo en los indígenas a lo largo de México, y aún así sus preocupaciones no fueron escuchadas, menos aún solicitada.

Los medios de comunicación siempre fueron parte del "arsenal" zapatista; de hecho, en los días que siguieron inmediatamente al levantamiento, los zapatistas (vía partidarios simpatizantes) usaron el internet para trasmitir su causa al mundo. Este uso estratégico de los medios de comunicación fue para hacer un llamado a la sociedad civil internacional para unirse a ellos en la construcción de un nuevo mundo. Este uso de internet generó mucho interés internacional y el escrutinio global que, frecuentemente se le da el crédito de haber forzado al gobierno mexicano a una tregua 12 días más tarde y a una negociación con los zapatistas.


Fotografía: Francisco Vázquez.

Desde 1994, los zapatistas han llegado a ser un "espectáculo" generando desde disertaciones de doctorados, a conferencias y música rock. Basados en la gran cantidad de peticiones de entrevistas, visitas oficiales, y acceso a las comunidades, nuestra organización ha tenido que crear un mecanismo para filtrar y controlar nuestro tiempo y concentración. Apreciamos el interés en nuestro trabajo, pero luchamos para asegurarnos reciprocidad.

Mapeando el territorio

"Lo que les pedimos a los que no son zapatistas, a los que no están de acuerdo con nosotros o no entienden la justa causa de nuestra lucha es que nos respeten nuestra organización. Que respeten nuestras comunidades y municipios autónomos y sus autoridades. Y respeten a las Juntas de Buen Gobierno de todas las regiones, de todas las zonas, que a partir de hoy quedan formalmente constituidas bajo el testimonio de muchos miles de hermanos y hermanas indígenas y no indígenas de nuestro país México y de muchos países del mundo". Comandante David, Oventic, Chiapas 2003

No todas las comunidades indígenas en Chiapas son zapatistas. Las comunidades con las que nosotros trabajamos son comunidades que se identifican claramente así mismas como zapatistas, también conocidas como "comunidades civiles zapatistas" con lo que se distinguen del brazo armado de los zapatista, el EZLN.

Estas comunidades se organizan vía autoridades locales, regionales y municipales, elegidas a través de consenso popular. Ellos también tienen un consejo de rotación de gobierno, las Juntas de Buen Gobierno, que tratan todos los asuntos de toma de decisiones para sus Municipios Autónomos. Los miembros de las Juntas de Buen Gobierno rotan cada 15 días y son miembros de las comunidades que son parte de cada municipalidad autónoma. En algunas regiones, las Juntas de Buen Gobierno han sido tan exitosas al mediar en conflictos locales (robo de ganado, disputas de tierras etc.) que ahora son citadas por el Gobierno Judicial Local mexicano para mediar entre individuos zapatistas y no-zapatistas.

Existen otras comunidades que son partidarias de los zapatistas, pero que no se identifican a sí mismos como zapatistas. En el otro lado del espectro están las comunidades no zapatistas, que pueden variar de comunidades que se identifican a sí mismas con partidos políticos (PAN, PRD, PRI) a comunidades que apoyan abiertamente a paramilitares.


Fotografía: Francisco Vázquez.
Muchas de estas organizaciones paramilitares reciben apoyo de rancheros locales y, en muchos casos del Estado y Fondos Federales.

Este contexto sociopolítico más amplio es esencial para entender el ambiente en el que opera CMP/Promedios. En diciembre 1997, un mes antes que se llevaran a cabo los primeros talleres, 45 indígenas, en su mayoría mujeres y niños, fueron asesinados por fuerzas paramilitares entrenadas por el Gobierno en lo que es conocido actualmente como la "Masacre Acteal". Al mismo tiempo, el Gobierno mexicano había empezado a expulsar extranjeros, incluyendo personas que trabajaban por los Derechos Humanos, desde Chiapas bajo el pretexto de violación a la constitución por involucrarse en política interna.

Involucramiento Personal
"Con el propósito de crear un diálogo intercultural desde el nivel de la comunidad hasta el nivel nacional, que pueda permitir una relación positiva entre la variedad de grupos indígenas y entre estos grupos y el resto de la sociedad, es esencial dotar a estas comunidades con sus propios medios de comunicación, los que también son mecanismos claves para el desarrollo de su cultura. Por lo tanto será propuesto a las autoridades nacionales respectivas que elaboren nuevas leyes respecto de las comunicaciones que puedan permitir a los pueblos indígenas adquirir, operar y administrar sus propios medios de comunicación". Bajo el Artículo III de los Acuerdos San Andrés.
Fue en este ambiente y con una aparentemente impenetrable capa de censura, que los zapatistas reconocieron el poder de los medios de comunicación es también en este ambiente que los zapatistas necesitaban contar su propia historia. En la primavera de 1995, estaba produciendo un documental para una ONG con base en Estados Unidos que llevaba una caravana de ayuda humanitaria a una región zapatista, así hice mi primer viaje a Chiapas. Durante la producción terminamos en una comunidad zapatista que estaba cubierta por agentes de prensa (tanto nacional como internacional), con fotógrafos y cámaras de televisión para noticiarios todos ellos "capturando la historia" de los representantes zapatista y los miembros de la comunidad que estaban ahí. Es importante hacer notar que esta presencia mediática no era un subproducto de la lucha zapatista; era más bien extremadamente intencional de su parte, aún así fue producto de la dependencia de los medios de comunicación (tanto masivos como independientes). Era muy claro que los zapatistas tenían la historia; lo que no tenían eran los medios para transmitirla ellos mismos.

Mientras que los periodistas "externos" estaban "obteniendo su historia", muchas otras personas en la comunidad se acercaron a preguntarme por mi cámara Hi8 (dónde la había comprado, cuánto costaba, etc.), demostrando claramente interés y conciencia de este tipo de tecnología. Estaba impresionada con la organización zapatista y su interés obvio en comunicar su mensaje al mundo exterior.


Entonces pensé, hay aquí un grupo de personas que se beneficiaría claramente al tener acceso a la tecnología de video. Antes de irme de Chiapas, comencé las conversaciones con las autoridades zapatistas para traer la tecnología audiovisual video a las comunidades y se mostraron muy interesados. También hablé con los representativos locales de las ONG que tenían relación de trabajo con las comunidades zapatistas, y ellos también se mostraron partidarios de la idea. Su relación pre-existente con las comunidades zapatistas ayudó a facilitar nuestra comunicación y nos dio credibilidad dentro de las comunidades.

Por lo tanto, volví a Estados Unidos con el germen de una idea y también con el consentimiento de los zapatistas para avanzar en ésta. En esta etapa del proyecto, sólo veía un taller o una serie de talleres en una región, nunca me imaginé lo que el proyecto llegaría a ser.

Organizándonos

"Siempre he querido proveer a la gente de la región zapatista con equipamiento de video, de tal manera que ellos pudieran comunicar con sonidos y películas grabados por ellos mismos, qué está pasando y qué NO está pasando al interior de sus comunidades. Estoy inmensamente satisfecho al saber que eso finalmente va a suceder". Guillermo Monteforte, primera correspondencia, Octubre 1997.
Volví a México en el otoño de 1995, y durante este período, comencé a hacer contacto con personas que serían cruciales para el éxito del proyecto. A través de una serie de conexiones internacionales conocí a Guillermo Monteforte, un videasta e instructor que resultó ser indispensable. Guillermo estaba involucrado con una iniciativa de fondos gubernamentales administrada por el Instituto Nacional Indígena (INI), una institución gubernamental que proveía entrenamiento y tecnología audiovisual a comunidades indígenas a lo largo de México desde fines de 1980 y comienzos de 1990. Él también era el Director fundador del Centro de Video Indígena (CVI) en Oaxaca, un centro creado como parte del programa INI. Guillermo no sólo estaba familiarizado con el hecho de trabajar con las comunidades indígenas en México, sino que también era un videasta profesional muy hábil y con una sensibilidad especial para enseñar dichas habilidades.

Basado en sus muchos años de trabajo exitoso con videastas indígenas y sus comunidades, Guillermo fue capaz de proveer contactos para potenciales instructores de video. En aquellos tiempos seguíamos pensando que esto sólo sería un taller de dos semanas. Ya que él era el experto, dejé que Guillermo organizara el programa de entrenamiento, mientras yo me concentraba en la logística y en financiar los equipos donados tal como era requerido por las comunidades.

Fotografía: Francisco Vázquez.
En el mismo viaje, conocí a David, autoridad zapatista, David vivía en Oventic (en las tierras altas) y, después de oír nuestra idea acerca de un taller de video, se mostró muy interesado y entusiasta en apoyarnos. Fue también práctico el hecho que Oventic es el Caracol zapatista más cercano (lugar y centro de reunión para los zapatistas) al pueblo de San Cristóbal de las Casas donde nos estábamos alojando y en donde finalmente instalamos nuestra primera oficina. David nos sugirió que contactáramos a las autoridades de Ejido Morelia (localizado cerca de Altamirano en las cañadas), que estaban a alrededor de seis horas en auto de Oventic. Antes de irme de México a Estados Unidos enviamos una nota a través de una ONG en San Cristóbal para decir que estábamos interesados en tener una reunión con las autoridades en Ejido Morelia.

Cuando volví a Estados Unidos, para mí era claro que la estrategia mediática de los zapatistas era un éxito; había información de ellos en todas partes. Rápidamente me di cuenta que podía utilizar este interés para generar un soporte financiero para esta importante iniciativa. Ya de vuelta en Chicago, decidí que la mejor manera de garantizar los fondos para este taller sería organizarlo como un intercambio cultural juvenil. Como esto sucedía en 1995 -sólo un año después del levantamiento, con mucho de los medios masivos todavía retratando a los zapatistas como luchadores guerrilleros tratando de tomarse México- sentí que sería mucho más fácil acceder en primer lugar a los fondos para establecer un intercambio cultural, luego equipar y entrenar a los zapatistas como videastas.

Actores claves

"Es profundamente motivante ver a gente joven reunirse para construir lazos de amistad, cooperación y comunicación. Yo aplaudo su visión y espero que este proyecto inspirará futuros intercambios culturales con grupos de jóvenes alrededor del mundo". Carol Moseley-Braun, Ex- Senadora de Estados Unidos, carta de apoyo, enero 7, 1998.

Una figura clave en recoger los fondos para empezar con este proyecto fue Tom Hansen (actualmente Coordinador Nacional para la Red Solidaria con México), quien en ese tiempo era Director de Pastores por la Paz, una ONG con base en Estados Unidos y que había estado trabajando en Chiapas desde el levantamiento. Tom me ayudó a hacer los contactos iniciales con ONGs de Chiapas y compartió sus listas de contactos para recolectar fondos del equipamiento inicial. Esta primera lista de individuos fue correos directos que proveyó el significativo apoyo inicial y que usamos hasta el día de hoy.

A través de uno de los contactos de Tom en Ciudad de México, conocí a José Manuel Pintado, un productor de video independiente con base en Ciudad de México, quien me había presentado a Guillermo Monteforte así como a Fabio Meltis, quien también estaba trabajando con jóvenes indígenas en Ciudad de México. Fabio me ayudó a organizar a los jóvenes que participaron en este primer taller.

Fotografía: Francisco Vázquez.

Otro actor esencial en la formación de CMP/Promedios fue Francisco (Paco) Vázquez, un joven nahua de las cercanías de Ciudad de México, quien participó en el primer taller. Paco había estado involucrado en los proyectos colectivos de su comunidad y tenía una sensibilidad bien formada acerca de como tratar con las comunidades en Chiapas. Sin Paco, el proyecto nunca habría avanzado más allá del primer taller. Cuando conocí a Paco él era un hablante fluido de inglés, autodidacta y se transformó en mi compañero/traductor por defecto ya que yo podía hablar muy poco español durante mi primer año y medio del proyecto. Paco me ayudó a navegar en la cultura indígena mexicana, me ayudó a entender la burocracia mexicana y fue de muchas maneras mi protector en las numerosas veces que fui detenida en barreras de inmigración y puntos de control del Ejército.

Street Level Youth Media fue una organización de jóvenes con base en Chicago, que contacté para participar en el primer taller. La organización estaba formada por jóvenes de la parte central y más poblada de la ciudad, en su mayoría chicanos. Street Level me dotó del estatus de libre de impuesto 501-c-3, que fue muy útil para solicitar fondos. Sin embargo, el involucrar a Street Level en nuestro primer taller fue problemático, y luego del taller y del cumplimiento de los requerimientos de la donación CMP/Promedios decidió terminar la relación.

Primer Taller

"Para mí es un despertar, porque ni siquiera habíamos visto equipos como los que están ahora en nuestras manos. Pero ahora vemos que podemos hacer este trabajo". Emilio. Primer Taller en Ejido Morelia, Febrero 1998.


El primer taller se llevó a cabo en la Municipio Autónomo de Ejido Morelia. A través de nuestra red de contactos, fuimos presentados a Miguel, quien fue nuestra conexión con la comunidad y las autoridades regionales y locales. Él fue clave en la planificación de la evolución del proyecto. Fue a través de él que comenzamos a comprender la estructura de gobierno de las autoridades civiles zapatistas. Descubrimos que la comunicación y logística eran mucho más fáciles cuando una persona de la comunidad servía como "persona clave".

Desde el principio nos dimos cuenta de que teníamos que trabajar dentro de la estructura organizacional de los zapatistas. Es importante mencionar que no hay una "Estructura Zapatista" moldeada; cada comunidad y cada región difieren, y es esencial entender las dinámicas a nivel local. Respetando el cómo trabaja cada comunidad individual fuimos capaces de trabajar con ellos. Esto sólo fue posible preguntando y escuchando a los expertos que estaban viviendo en esa comunidad.

Fotografía: Francisco Vázquez.

Debido a los grandes eventos políticos y militares que se llevaron a cabo a lo largo de Chiapas por el gobierno mexicano, nos tomó dos años fundar y organizar los primeros talleres. La masacre de Acteal en 1997 creó pánico dentro del grupo Street Level Youth Media y tuvimos que reorganizar algunos de nuestros planes iniciales. En febrero 1998 sostuvimos los primeros talleres bi-nacionales como parte de nuestro proyecto de intercambio cultural juvenil bajo el nombre de Chiapas Youth Media Project; los participantes eran Street Level Youth Media de Chicago, el grupo de jóvenes indígenas de Fabio de Ciudad de México y el grupo de videastas indígenas de Guillermo de Oaxaca. Estos primeros talleres fueron realizados por una donación del Fondo para la Cultura de México-Estados Unidos con base en Ciudad de México.

Llegamos a Ejido Morelia, cuando había mucha tensión por la tala ilegal que finalmente resultó en un altercado físico. Todo el incidente ilustró la dificultad para organizar intercambio cultural en áreas de mucho conflicto. El equipo de Street Level quería completa y constante seguridad de que "nada pasaría" y cuando algo pasó, un incidente menor, cayeron en pánico, añadiendo tensión a la ya tensa situación.



¿Qué podemos enchufar y dónde podemos hacerlo?

"[Les estamos dando una mano a los compañeros aquí en Chiapas que están interesados en recibir este taller]... Se fue la luz y tuvimos que usar generadores eléctricos de la clínica, luego pudimos empezar. Y los perros se comieron nuestra comida la noche anterior y tuvimos que volver (a San Cristóbal) a buscar más comida. Estos son los diferentes problemas que hemos tenido al hacer estos talleres". Sergio Julián, indígena mixteco instructor de video durante el primer taller en Oventic, febrero 1998.
Durante estas primeras reuniones con las autoridades zapatistas David y Miguel, les preguntamos muchas cosas acerca de temas relacionados con infraestructura como electricidad, edificios a prueba de condiciones climáticas (por lo menos relativamente), seguridad para el equipo, etc. En ambos lugares, Oventic y Ejido Morelia había disponible sólo energía sin cables, líneas traídas de la parrilla eléctrica del área. Los líderes comunitarios explicaron que no había garantía de electricidad o voltaje constante, de lo que comprendimos que habría interrupciones inevitables en nuestros talleres.
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Fotografía: Francisco Vázquez.

¿Cómo enseñamos?

"No es fácil traducir del indígena castellano al inglés. Para quienes no comprendemos alguna lengua originaria, al traducirse al castellano, para empezar, hay una mezcla compleja de expresiones y estructuras que aparentan una falta de habilidad de expresión. Sin embargo, en esos "errores" en el habla, se pueden vislumbran profundas sabidurías, conocimiento e historia". Guillermo Monteforte, correspondencia, Abril 1998.
Llegué a este proyecto con muy poco conocimiento de los medios de comunicación indígenas o de sus procesos. Mi visión primaria de CMP/Promedios venía de mi historia como documentalista/artista y mi interés y curiosidad enfocada en la pregunta de ¿Qué tipo de videos producirían los zapatistas cuando tienen el equipamiento y entrenamiento necesarios? En mi mente, estaba facilitando la formación de videístas; estaba trasmitiendo habilidades técnicas a mis compañeros. En el verano de 1998, dictamos el primer taller de producción de video en el pueblo de La Realidad. Yo estaba sentada al lado de Manuel, una autoridad zapatista local con una cámara en sus manos, cuando se volvió hacia mí y me preguntó: "¿No necesitamos un permiso especial del gobierno para usar estos equipos?" Yo estaba sorprendida por la pregunta y le pregunté por qué estaba preguntándome eso.

A través del éxito del primer taller de video en Ejido Morelia y Oventic, se dejó ver que las comunidades zapatistas estaban interesadas en continuar con el entrenamiento. En marzo 1998, decidimos formalizar el proyecto como Chiapas Media Project (CMP), una organización sin fines de lucro con base en Estados Unidos. Recién iniciado el proyecto, se me hizo bastante claro que hubo ciertos aspectos de mi condición cultural (blanca, de clase media, educada en la universidad, mujer, estadounidense) que estaban causando problemas dentro del proyecto. Más notoria era mi frustración en las largas reuniones con las autoridades zapatistas locales y la lentitud en la toma de decisiones dentro de las comunidades. Mi insatisfacción con este proceso creó fricción al interior del grupo, y me di cuenta rápidamente que mis fortalezas podían ser mejor utilizadas en otra parte. En ese momento me desligué de la toma de decisiones diarias en México y me aboqué a la distribución y promoción internacional.

En 2001 nos incorporamos en México como Promedios de Comunicación Comunitaria y ahora nos referimos a nosotros mismos como Chiapas Media Project/Promedios. Estamos organizados como un colectivo, sin director y sin estructura jerárquica. Tenemos tres personas trabajando tiempo completo en Chiapas y una persona tiempo parcial y una persona tiempo completo en Estados Unidos. Nuestra organización es un intento de reflejar la estructura organizacional de las comunidades zapatistas con las que trabajamos. Nuestro actual trabajo en Chiapas es ayudar a las comunidades a construir y equipar cinco Centros Regionales de Medios. Nos vemos a nosotros mismos trabajando para las comunidades, guiándolos y trabajando con ellos para crear una red autónoma de medios de comunicación que refleje sus necesidades.


Fotografía: Francisco Vázquez.

Fotografía: Francisco Vázquez.

El primer equipo adquirido fue una cámara S-VHS, una cámara de video VHS y sistemas de edición S-VHS. Al principio, aceptamos equipos usados de nuestros simpatizantes, todos desde los Estados Unidos pero nos dimos cuenta rápidamente que estas donaciones tenían un período de vida útil muy corto y se transformaban en un revoltijo. Reconocemos que las personas buscaban ser altruistas al enviarnos sus equipos, pero aprendí rápidamente a decir: '¡si tú no lo usas, nosotros no lo necesitamos!'. Los zapatistas necesitaban buen equipamiento y entrenamiento, no desechos de consumistas norteamericanos saturados de tecnología.

¿Cómo nos organizamos?

"Decidimos que la televisión estaba diciendo sólo mentiras acerca de lo que pasaba en nuestra Chiapas. O ponen o sacan palabras, pero nunca dicen la verdad. También pensamos que sería bueno tener una cámara, porque hay muchos soldados en nuestras tierras, en cualquier momento algo puede suceder. Eso significa que cuando los soldados nos están golpeando alguien puede entrar con la cámara y filmarlo, grabar el testimonio y denunciarlo". Moisés, videasta zapatista entrevistado en La Jornada, Octubre 2000.

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La Hidra de Financiamiento

"El Comité Ejecutivo de Fondos ha acordado una donación de $21.400 (USD) para el desarrollo del proyecto mencionado antes (Chiapas Youth Media Project). La concesión de los fondos asignados a los proyectos de donación está establecido a través de un acuerdo firmado por el Fondo y la persona designada como gerente de proyecto, quien será responsable de firmar el acuerdo, recibir los cheques y mantener al Fondo informado del desarrollo del proyecto así como de la aplicación de los fondos asignados". Marcela S. Madariaga Coordinadora de Programa, Fondo para la Cultura México-Estados Unidos, carta de notificación del primer pago, agosto 1997.

Desde el principio reconocimos la vulnerabilidad del proyecto, y nos dimos cuenta de que se necesitaban elementos de autosustentabilidad, y que ésta necesitaba ser un producto mediático que pudiera ser mostrado, distribuido y vendido. Desgraciadamente vender videos hechos por indígenas no sostenia el proyecto por sí mismo. Sabíamos que estábamos trabajando dentro de un proceso político que era extremadamente crítico del capitalismo internacional y que sospechaba del apoyo gubernamental y de los intereses corporativos. Necesitábamos respetar ese marco político, balanceándolo con la realidad de necesitar fondos constantemente. Por lo tanto, durante los primeros cinco años, la parte de Estados Unidos del proyecto tomó toda la responsabilidad de asegurar los fondos.

Como videasta, yo entendía los costos involucrados sólo en la mantención del equipo y sabía que necesitaríamos estrategias creativas para autogenerar los fondos. Además de fondos corporativos, de la fundación y altruismo personal, creamos un sistema de autogeneración de ingresos: venta de videos y presentaciones universitarias.

Cuando empezamos las discusiones con las comunidades acerca del proyecto, les explicamos que los equipos eran de ellos y que podían hacer lo que quisieran con ellos, pero si decidían que no querían hacer videos para consumo exterior (un producto para vender al mundo de fuera de las comunidades), sería bastante difícil mantener el financiamiento. Por lo que fue un acuerdo básico desde el principio que, para generar ingresos, algunos de sus videos serían vendidos. El primer video producido por las comunidades, La Familia Indígena, fue hecho durante la primera serie de talleres en la primavera de 1998 en Ejido Morelia. Fue bastante simple, un video directo acerca de los roles y trabajos diferentes de hombres y mujeres al interior de las comunidades. La gente en el video habló en español (esto fue mucho tiempo antes de empezar a grabar en su propio idioma para mejor distribución internacional). Esta cinta fue usada como primer video promocional por CMP/Promedios. Organizamos nuestro primer tour en Estados Unidos con este video y desarrollamos un modelo viable para hacer presentaciones que generó ingresos y aumentó la visibilidad del proyecto.

A través de los años, ha habido un cambio significativo en la calidad de producción de los videos.

Él replicó, "Porque todas las personas que vienen acá siempre tienen credenciales colgando de sus cuellos, que les han sido dadas por el gobierno". El se estaba refiriendo a la prensa y, luego de la discusión posterior me di cuenta que Manuel pensaba que la posesión de equipos de video debía ser autorizada por el gobierno.

Al principio del proceso de entrenamiento en video, éramos bastante conscientes del peligro de traer "afuerinos" temporales para hacer el entrenamiento, particularmente en calidad de "instructores". Traer gente de afuera de México no iba a funcionar ni desde el punto de vista económico ni desde el punto de vista sociopolítico, no queríamos replicar el modelo colonial. Con muy raras excepciones, todos los talleres iniciales de video y los talleres de computación, durante los primeros dos años fueron enseñados por videastas de Oaxaca o por parte del equipo mexicano de CMP/Promedios.

En los primeros talleres los estudiantes eran principalmente autoridades locales, puestos ahí para verificar y asegurarse de que "no estuviéramos haciendo algo malo". Descubrimos ésto luego de haber trabajado con las comunidades por un tiempo, nos dimos cuenta que ciertas personas abandonaban el curso y descubríamos más tarde que esas personas estaban en posiciones de liderazgo. Otra dinámica que operaba era la presencia de muchos "afuerinos".

Muchas personas llegaron, y siguen llegando, a Chiapas con los mejores deseos de ayudar a las comunidades. Hay una tendencia en las personas a venir y hacer muchas promesas, que no pueden cumplir, y nunca vuelven. Esto deja a las personas de la comunidad alerta respecto a los visitantes que vienen por primera vez. Sabíamos, desde el principio, que no podíamos hacer promesas que no pudiéramos cumplir y que lo más importante era la continuidad, mantener la presencia.

Nunca fui instructora en algún taller de producción formal de video o en algún trabajo de post producción para las comunidades. Mi papel fue siempre el de una consultora técnica, aconsejando acerca de los equipos y hablando con los instructores.Todos sentíamos que era extremadamente importante que los instructores fueran mexicanos, o incluso mejor, que fueran indígenas mexicanos. Esto proveería continuidad al proceso utilizando gente local, que también se conectaría con los videístas zapatistas a la más amplia red de videístas indígenas en México y Latinoamérica. Mi intención fue siempre hacer crecer el proyecto lo suficiente para poder salirme del trabajo y dejar todo en manos de los mexicanos. Una vez que formalizamos el proyecto nos dimos cuenta que ésto era un compromiso a largo plazo. Necesitaríamos crear autosustentabilidad donde fuera posible y tener relaciones cercanas con los videastas indígenas en Oaxaca, quienes facilitarían nuestra continuidad en el entrenamiento y fortalecerían y ampliarían la red indígena audiovisual.

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Todas las producciones (tanto las de uso interno como las de uso externo) son sometidos a algún tipo de consenso comunitario acerca de temas y contenidos. Lo que siempre me ha parecido interesante es la diferencia entre lo que producen las comunidades acerca de sí mismos y los que producen los "afuerinos" acerca de ellos. Ha habido una tendencia en los "que vienen de afuera" de focalizarse en la militarización y violencia en Chiapas, mientras que las comunidades se retratan a sí mismas como sobrevivientes involucrados en el siguiente nivel de lucha y resistencia en contra de la globalización y el neo-colonialismo. Las producciones en distribución internacional son documentales focalizados en proyectos colectivos como el café, textiles, educación, agricultura orgánica, etc. La gran mayoría de los videos producidos para el consumo interno son de reuniones, celebraciones, encuentros culturales y religiosos, etc. Estos videos internos son casi exclusivamente en lenguas mayas, y la gente de CMP/Promedios rara vez ve estas producciones.

Estamos actualmente distribuyendo 24 videos producidos internacionalmente en Chiapas y Guerrero con la mayoría de la distribución hecha a través de nuestra oficina en Chicago. Las ventas de video el 2005 excedieron los U$17.000, con las ventas en universidades componiendo la mayoría de los ingresos. Ha sido sólo en el último par de años que las comunidades han podido ver el beneficio económico directo de las ventas de los videos. Actualmente, las ventas de video cubre las tarifas de conexión satelital a internet en los cinco Centros Regionales de Medios.


Fotografía: Francisco Vázquez.

En 2003 empecé a asistir a grandes conferencias académicas como la American Anthopological Association (AAA) y Latin American Studies Association (LASA). La presencia en estas conferencias ha sido un instrumento para aumentar nuestra visibilidad en el ámbito académico, incrementando fuertemente nuestras ventas de video y añadiendo nombres a nuestra lista de correos. Una de nuestras principales fuentes de ingresos auto-generados viene de los honorarios de las presentaciones universitarias.

Un beneficio adicional de hacer estas presentaciones académicas es el contacto directo con estudiantes universitarios estadounidenses. Para muchos estudiantes esta es la primera vez que ellos han visto u oído de medios de comunicación indígena. Los estudiantes se ven frecuentemente afectados por el poder de la auto-representación. Los videos producidos por los zapatistas pueden tener un efecto muy poderoso incluso en los estudiantes más desganados. Ver a la gente organizada colectivamente para trabajar en su huerto orgánico municipal (sin máscaras o armas) hablando de cómo ellos quieren ser autosuficientes, de no usar fertilizantes químicos y de no tomar las migajas del gobierno, va completamente en contra de la imagen pre-concebida (y la desinformación mediática corporativa) de los zapatistas como guerrilleros armados interesados sólo en el poder del Estado. Estas presentaciones académicas benefician a CMP/Promedios de muchas maneras: aumentando las ventas de videos, promocionando de boca en boca futuras presentaciones, reclutando estudiantes y creando sensibilidad hacia la lucha indígena y la auto representación.

CMP/Promedios también busca fondos a través de recursos filantrópicos. Al principio del proyecto tomamos la decisión que postularíamos a donaciones siempre y cuando no estuvieran ligados a influencias y que el programa político de la fundación no tuviera conflicto con los programas políticos de las comunidades. Podemos asegurar fondos de fundaciones que no estén ligadas a programas políticos exteriores que estén en conflicto con nuestro trabajo.

Nos tomó tiempo identificar qué fundaciones tenían prioridades para dar fondos que estuvieran de acuerdo con nuestro trabajo y que estuvieran deseosos de arriesgarse en un proyecto como el nuestro. El apoyo de fundaciones privadas nos ha hecho posible crecer como organización.

A través de los años, nos hemos relacionado con fundaciones que nos han causado problemas. Estos problemas tenían su raíz en la necesidad de las fundaciones de recrear un contexto cultural pre- concebido con frecuencia totalmente desconectado del contexto cultural en el cual nosotros operábamos. Nos dimos cuenta que el apoyo de fundaciones no iba a durar para siempre y esperamos ser capaces de mantener relaciones con las fundaciones lo suficiente para terminar con la infraestructura necesaria para hacer a todos los Centros Regionales de Medios completamente operativos y autosuficientes.



Fotografía: Francisco Vázquez.

Desde el principio del proyecto, hemos tenido sentimientos encontrados acerca de pedir apoyos corporativos y, hasta hace poco, decidimos no tomar esa opción. Con la creciente presión para generar grandes cantidades de dinero para sostener a los Centros Regionales de Medios y sus equipos bastante caros y sus necesidades de entrenamiento avanzado, finalmente decidimos perseguir fondos corporativos. En 2004 nominé a una persona de nuestro equipo para un premio de alto perfil en Derechos Humanos auspiciado por una corporación de Estados Unidos y recibimos el premio. El premio de reconocimiento va a un individuo, pero el dinero va a su organización. Los dineros corporativos tienen sus beneficios, pero también sus desventajas: normalmente está lleno de contradicciones, y el espectáculo y la individualización de éste corre en contra de la filosofía indígena. ¿Perseguiremos otro patrocinio corporativo? Me parece que es algo que aún estamos evaluando. Sabemos que, en el futuro necesitaremos buscar corporaciones cuyas filosofías sean más un reflejo de las nuestras.

 
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Conclusión.

"Instalamos el proyector y una sábana blanca sobre la pared de una de las salas de clases. Estaba oscureciendo y la gente empezó a salir y a sentarse en el pasto ... salió la primera imagen: barras de colores, y escuché "oohs y aahs" ... pero lo que fue aun más impresionante que la respuesta a las barras de colores, fue ver a estas personas movidas por un video producido en su propio lenguaje por su propia gente: hombres, mujeres y niños con un sentido del orgullo así como emoción por ser capaces de verse a sí mismos, hablar de su trabajo, de su organización y de su lucha". Cruz Ángeles, videasta y voluntario de CMP/Promedios, 2000.

Como mencioné antes, no veo a CMP/Promedios como el único modelo para apoyar las iniciativas mediáticas indígenas, es sólo un ejemplo de las innumerables posibilidades. Dentro de Latinoamérica hay un número importante y exitoso de proyectos mediáticos indígenas. En Bolivia, una iniciativa nacional de video indígena, es CAIB (Coordinador Audiovisual Indígena de Bolivia), que ha producido más de 150 videos, con cientos de comunidades involucradas. En Brasil, Video nas Aldeias (Videos en las Aldeas) ha estado trabajando con poblaciones indígenas para producir documentales de gran factura demostrando importantes prácticas culturales y vida comunitaria.

En Ecuador, CONAIE (Confederación de Naciones Indígenas de Ecuador) ha estado produciendo videos indígenas por varios años. Además, hay un gran número de pequeñas iniciativas cuyo trabajo no recibe ni reconocimiento ni distribución. La producción de videos y su diseminación dentro de las comunidades ha llegado a ser un rasgo regular en la vida indígena.

Muchos me han preguntado cómo me siento una mujer blanca, de clase media trabajando con comunidades indígenas en México. He aprendido que hay un importante papel para los "afuerinos" de ser colaboradores con las organizaciones/comunidades indígenas en fomentar las iniciativas mediáticas, en la transferencia inicial de tecnología audiovisual, en la creación de infraestructura y su sustentabilidad. Como lo he visto, mi contribución más importante ha sido mi capacidad de reunir los fondos iniciales que apoyaron la creación de infraestructura permanente y mi papel actual en distribuir los videos a una audiencia lo más amplia posible. Utilizando los recursos disponibles acá en Estados Unidos el fomento del trabajo colaborativo posterior ha sido la contribución más importante que he hecho.





A través de mi trabajo con CMP/Promedios, he sido testigo de cómo las comunidades en Chiapas adaptan la tecnología audiovisual como una importante herramienta de comunicación interna, preservación cultural, derechos humanos y como un vehículo para comunicar sus propias verdades, historias y realidades al mundo exterior. La habilidad de grabar, editar y distribuir la propia historia es vital para el funcionamiento de la sociedad. Los videos controlados por los pueblos indígenas tienen el poder de hacer conexiones entre las comunidades y de extender la comunicación/información internacionalmente a los no-indígenas. Todos tenemos un papel que cumplir en apoyar estos importantes procesos.
"Con este grupo de gente joven o de gente no tan joven, es mi intención insistir en que ellos aprendan más, en que se preparen más, para que sean capaces de hacer un testimonio o de contar una historia, todo grabado de manera que el pueblo pueda ver que el trabajo se está moviendo hacia adelante". Miguel, Autoridad zapatista Local, Ejido Morelia, Febrero 1998.


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