Entre
el bazar y la Bolsa:
Los amerindios en la imaginería popular
En
1998, aparecía en internet la cara demacrada de un indígena
brasilero; según los titulares, era la "imagem do último
sobrevivente de um povo desconhecido". Las obvias contradicciones
de una frase así (¿cómo se puede ser último
-o primero- de un conjunto desconocido?) denotaban una acumulación
de prejuicios que reducían e incluso anonadaban el significado
de la imagen. En el segmento del imaginario occidental que está
ocupado por los amerindios, ¿qué pesa más: la imagen
o el texto?.
Tal fue el comienzo del presente trabajo pero, en el desarrollo del
mismo, se hizo evidente que la pregunta inicial no tenía sentido
puesto que, si bien es verdad que una palabra -genocidio, por ejemplo-
puede valer más que mil imágenes (y viceversa, como es
lugar común), no es menos cierto que las técnicas de reproducción
masiva de la palabra/texto y de la imagen (imprenta y fotografía)
no se inventaron al mismo tiempo ni son fácilmente traducibles
la una a la otra por lo que sus respectivas influencias en el imaginario
colectivo occidental no son homologables.
Constatado este rasgo y para -con el tiempo- aventurarse a calibrar
más finamente los pesos respectivos de imágenes y de palabras,
se impuso la necesidad de completar el catálogo habitual de las
imágenes de los amerindios. Es decir, nos pusimos a enumerar
aquellas imágenes de los amerindios que suelen quedar fuera de
las tutelas tanto de las Ciencias Sociales como de las Bellas Artes
pero cuya popularidad es innegable y cuya influencia socio-política
es, por ende, más que presumible.