Cabe
destacar que no todas estas construcciones son iguales, sino que
difieren en la posición y ubicación simbólica de quienes la realizan.
Aquellos que trabajen el tema desde la comunidad y a partir de la idea del
refuerzo de la identidad local, como sucede con Comunicaciones Xeg-Xeg, intentarán
darle proyecciones a su labor, es decir, como sujetos activos en la resolución
de situaciones cotidianas, aún cuando se trate de una elite que puede acceder
al uso de un computador, pero igualmente más cercana al territorio reduccional.
La
mirada intelectualizada de Ñuke Mapu, presenta una reflexión más académica
y un cúmulo de información casi agotador, que sólo es posible de ser revisado
en más de una sesión. Como si el tema en sí mismo fuese inagotable y extenso,
rompiendo con la visión simplista sobre el mundo mapuche. Al contrario, Fundación
Rehue, opera precisamente como una reducción de esa imagen, aún cuando se
encuentran varios documentos, ya que se remite precisamente a eso, a reproducir
información que no tiene relación con su labor asistencial siquiera. Precisamente
el sitio de Fundación Rehue, se caracteriza por esa desvinculación con el
contexto cultural, porque aún cuando entrega información de todo tipo, no
indica quien efectivamente elabora sus contenidos, presentándose como una
institución neutra con opiniones desconocidas, las que perfectamente podrían
haber llegado a diferir de las que se presentan en los artículos o noticias.
En cierta forma, no había responsables directos ni propuestas abiertas sobre
el carácter político del conflicto mapuche. En
Ñuke Mapu habría una construcción simbólica desde el texto, de las banderas
de la página inicial una serie de identidades de las que emerge el conjunto
de la cultura, sin prevalecer ninguna de ellas, sólo la imagen del poder del
conocimiento religioso la machi- y del poder político el lonco-.
Fundación Rehue, al contrario, aparece como la imagen globalizadora, donde
el símbolo no está en el futuro como en Comunicaciones Xeg-Xeg- o el
pasado, el Rehue no se sostiene en la tierra, es sólo un símbolo flotante
que no causa un efecto mayor, en este sentido sería el más débil, en términos
identitarios.