Reseña de Libro

Andar la imagen para proponer caminos
(A propósito del libro Tejedores de imágenes. Propuestas metodológicas de investigación y gestión del patrimonio fotográfico y audiovisual)
Editorial Instituto Mora, Laboratorio Audiovisual de Investigación Social, CONACULTA Distrito Federal, México.

Lilia García Torres
Licenciada en Estudios Latinoamercianos, alumna del posgrado en Historia de la Universidad Nacional Autónoma de México 

Tejedores de Imágenes es un libro denso en experiencias y perspectivas. Sus autores (Lourdes Roca, Felipe Morales Leal, Carlos Hernández Marines y Green Andrew), nos brindan en la primera parte de la obra un andamiaje de conceptos que provienen de diferentes disciplinas, y que nos son útiles para el estudio de la sociedad con diversos enfoques, teniendo como premisa que es posible generar conocimiento a partir de imágenes y difundirlo también a través de ellas, sin que éstas sean utilizadas únicamente como ilustradoras de una idea.

Las propuestas metodológicas para la investigación con patrimonio fotográfico y audiovisual vertidas en el libro, tienen que ver en principio con una correcta crítica de fuentes de los objetos epistémicos tales como fotografías, filmografías, video grabaciones y audios. Mismos que constituyen fuentes potenciales para el estudio de las múltiples sociedades, dependiendo de la forma en la que sean cuestionados.

 

 

 

 

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Este tipo de documentos comparte con los documentos escritos (por ejemplo registros de cobranza de impuestos, actas de cabildo, cartas, o crónicas), la característica de haber sido generados desde el particular punto de vista de quien los produce. Al advertir este hecho, los autores borran el mito de que las fotografías y los documentos audiovisuales en general tienen un sub valor por ser objetos resultantes de una selección a priori de la realidad, identificando que en los otros casos, esta parcialidad está quizá más oculta pero siempre presente.

De la misma forma, el texto cuestiona también la naturaleza y el contexto de archivación, dejando claro que, igual que los objetos epistémicos, los archivos obedecen a un propósito específico, donde se acopian documentos bajo una determinada mirada. Pero además pone sobre la mesa el carácter subjetivo del patrimonio, y por tanto de su conservación. Dado que el calificativo de patrimonial, corresponde a un valor asignado por quien lo asume de tal manera, mismo que corresponde a la potencialidad para aportar conocimiento, ya sea por su materialidad, por el contexto en el que fue producido, por el que fue conservado o analizado, pero siempre ligado a la subjetividad.

Como punto de entrada, el libro nos hace concientes de que al trabajar con imágenes y fuentes audiovisuales, estamos ante tres ejes enteramente subjetivos: la imagen, el recinto que la contiene y su carácter patrimonial. Pero además, otra dificultad es que paradójicamente aunque nos desarrollamos en sociedades donde el lenguaje audiovisual es utilizado intensivamente, en términos generales somos analfabetas audiovisuales, sin desarrollo de habilidades para poder leer e interpretar ese lenguaje.

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Entonces, bajo dichas subjetividades y limitaciones formativas ¿cómo hacer estudios sociales con fuentes audiovisuales?

Quizá la mayor virtud del libro para quienes estamos seducidos por el poder de la imagen, consiste en ofrecer un terreno firme para realizar investigaciones, tanto en lo conceptual como en lo metodológico, que trasciendan lo que el investigador puede articular en relación a su propio marco social y cultural. Haciendo énfasis en el estudio de la subjetividad no como una característica negativa y que imposibilita el objeto de estudio, sino como elemento que lo complejiza y dota de sentido a la interpretación.

El libro incluye los debates y reflexiones que cuestionan, por ejemplo, la fiabilidad de la imagen como objeto de estudio, dada su polisemia, y encuentra en su carácter indicial el bastidor donde atar los hilos para comenzar a tejer. El llamado “giro del análisis documental”,  propone tomar las imágenes como susceptibles objetos de conocimiento que pueden ser construidos como fuentes de investigación, a través de su catalogación y posterior confrontación y análisis.

Y para quienes no provenimos de la carrera de comunicación y periodismo, o nunca antes nos habíamos tropezado con la necesidad de tomar una buena fotografía, grabar algún video o realizar una entrevista; esta obra también nos brinda de manera clara, lógica y didáctica, los elementos necesarios que se deben conocer para trabajar con imágenes y audiovisuales como fuentes de investigación, pero al mismo tiempo, para crear nuevas fuentes derivadas de la investigación.

Tejedores de Imágenes es un manual técnico que nos explica cómo utilizar una cámara fotográfica para obtener imágenes de archivo y de campo, como iluminar en cada caso, como manejar una cámara de video y utilizar el lenguaje audiovisual; como trabajar una entrevista para producir testimonios orales desde los aspectos técnicos hasta las consideraciones personales.

La tercera parte de la obra nos habla sobre las propuestas metodológicas para la gestión, puesta en acceso y divulgación del conocimiento, de las fuentes y de los resultados de investigación. Considerar a los materiales audiovisuales como fuente y generar a lo largo de la investigación nuevos materiales audiovisuales, que se pueden utilizar como medio de difusión de la propia investigación y a su vez como fuente para futuras investigaciones, es lo que le confiere el carácter dialéctico y social a la metodología del Laboratorio Audiovisual de Investigación Social.

Compartir, difundir y reinterpretar, se vuelven los fines últimos de lo expuesto en la obra, como un principio filosófico, de que el conocimiento es público y para ello debe estar accesible. Los autores externan su preocupación sobe el libre acceso al documento y a su catalogación, así como al resultado de sus investigaciones, que por su carácter social no deben limitarse a la academia ni a los artículos publicables. Por el contrario, miran en el software libre una alternativa pública y casi gratuita para socializar ese conocimiento. Y una vez más, esta parte del método que proponen, es producto de la práctica.

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En el sitio web Huellas de Luz ( http://lais.mora.edu.mx/huellasdeluz/ ), se ofrece acceso a diversas fototecas digitales como parte integral, exponen el contexto de producción de las imágenes contenidas, como una plataforma que puede servir de fuente para investigaciones a distancia y de inspiración para otras necesidades de socializar la imágenes y su conocimiento.

Tejedores de Imágenes fue ganador del Premio Antonio García Cubas 2014, en la categoría Texto Escolar, porque además de ser un manual para la investigación, ofrece una catálogo de experiencias en archivos, exposiciones, proyectos de investigación y convocatorias a través de los que se observan los diferentes productos que se pueden obtener de la investigación con imágenes.

Me parece que el libro esta tejido en espiral. Es dialéctico porque parte de la teoría, pero al mismo tiempo es el resultado de años de práctica en investigación, por lo que nos brinda una metodología para seguir investigando dentro o fuera de la academia.

En el texto, los hilos de la urdimbre, no se limitan a las fuentes bibliográficas, sino que existe una constante autorreferencia de las investigaciones y productos del Laboratorio, porque fue en el campo donde se fueron encontrando elementos de análisis, reflexión y meta reflexión, sobre el cómo las imágenes podían ser utilizadas, pero también sobre el para qué.

En ese sentido por ejemplo, la propuesta de la cadena documental puede ser retomada o no dependiendo de las condiciones de nuestro objeto de estudio. Lo que significa que cada caso será diferente y que en esa diferencia estriba la posibilidad de enriquecer y complejizar la metodología, no para volverla inasible, sino para ir incorporando los elementos comunes que funcionen como nuevos bastidores y lanzaderas, que nos permitan seguir tejiendo imágenes. Ojalá en un futuro, como producto de su aplicación, Tejedores de Imágenes florezca, ofreciendo nuevas metodologías.

Finalmente señalar que encuentro en el libro la materialización de una postura política respecto al compromiso entre la academia y la sociedad. La metodología que los autores plantean corresponde a la preocupación de que los conocimientos que se producen en las instituciones, sirvan no sólo para estudiar la complejidad de dicha sociedad, sino también como una herramienta con la que la propia sociedad puede construir conocimiento sobre sí misma y gestionar su patrimonio.

Bibliografía

Roca, Lourdes, Morales Leal, Felipe, Hernandéz Marines, Carlos y Green, Andrew. 2014. Tejedores de Imágenes. Propuestas metodológicas de investigación y gestión del patrimonio fotográfico y audiovisual., Editorial. Instituto Mora, Laboratorio Audiovisual de Investigación Social, CONACULTA, Distrito Federal, México.

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