A nivel museográfico, el libro de Marisol Palma nos llama la atención sobre el origen del Museo Martín Gusinde fundado en 1975 en Puerto Williams, Isla Navarino. Su particularidad radica en que se da en un contexto de conflicto limítrofe con Argentina, y tiene como objetivo fortalecer simbólicamente la soberanía de Chile. Su montaje didáctico, directo y sintético, orientado a un público extranjero, utilizó la fotografía como prueba objetiva de la historia regional. Muchas de estas fotografías expuestas son de Gusinde, pero también están las de La Romanche, Furlong y Agostini, en todas ellas es posible observar una estética "primitiva" donde se invisibiliza el contacto con el europeo.
Aquí la fotografía es considerada una ventana al mundo, eliminando cualquier reflexión teórica sobre la fotografía como construcción y manipulación de la realidad, que llega finalmente en 1979 con la obra del artista Eugenio Dittborn y los escritos de Ronald Kay en 1980. A fines de los 80’ se realizan dos exposiciones en Chile, una sobre los "Hombres del Sur" y otra sobre "Martín Gusinde", ambas muestras permitieron que el mundo fueguino fuera conocido en el espacio cultural chileno, impulsando nuevas expresiones visuales y audiovisuales (Maturana, 2006).
Las fotografías de Gusinde desencadenaron múltiples y dinámicos procesos de recepción, apropiación y construcción identitaria a nivel local en los años 90’. Un imaginario visual que se pobló con una serie de construcciones estereotipadas que se ha diversificado con una lógica mas bien informal, y en diferentes contextos y soportes: postales, posters, juegos de ajedrez, carros alegóricos, disfraces, etc.