No es fácil porque, por otro lado, siempre van a ser escasos los recursos de la restauración.
Ahora estamos haciendo una restauración típica, Escándalo (1940, Jorge Délano, Coke), que es la primera película de la década del 40’ que recupera la actividad cinematográfica. Logramos encontrar una copia en Argentina, en manos de un coleccionista privado, Fernando Martín Peña. Confía, y ese es un dato que muchas veces aparece como secundario, pero que es importante. Cuando un organismo se crea con un carácter, es decir, un archivo nacional y logra posicionarse internacionalmente como el organismo representativo del patrimonio audiovisual del país, genera confianza. La película se produjo en 35 mm, los negativos ya no existen, solo aparece esta copia de 16 mm. El proyecto incluye inflar la imagen a 35 mm., escanear el audio y restaurarlo, producir nuevos negativos, en los formatos de 35 mm. de audio y de imagen, y copias de exhibición nuevas, más todos los procesos digitales.
Todo este proceso de restauración termina, además, en un soporte nuevamente digital que permita salvaguardar y difundir en forma masiva. ¿Cuál es el costo de todo el proceso completo?
El costo de todo el proceso no baja de los 30 mil dólares, considerando que tenemos una serie de convenios con laboratorios que nos permiten abaratar los costos y abordar varios de los procesos con nuestros propios técnicos. Nosotros tenemos unas 15 películas tranquilamente en espera, de urgencia de procesos de restauración.
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Y la realidad es que se pude restaurar una al año, con suerte, con la colaboración de proyectos especiales.
Exacto, como en este caso. Normalmente el Fondo Audiovisual ha estado entregando ayuda, podríamos decir que podrían alcanzar hasta 2 ó 3 películas al año. Por una parte están los costos operativos y, por otra, los costos de los procesos en insumos de películas, los transportes, etcétera. Una serie de cuestiones que están involucradas y que a veces es difícil de explicar, porque es muy diversa la producción. Hay pocos laboratorios y están colapsados por sus propios procesos, estamos hablando de la Filmoteca de la UNAM, la Cinemateca Brasileira, y para de contar en laboratorios de la región que estén dedicados a esto.
Y después habría que saltar a los laboratorios de la Filmoteca portuguesa y de ahí a los laboratorios comerciales, como los que nosotros utilizamos en Argentina, que son más caros. Y como son procesos lentos, artesanales, no aptos para ritmos industriales, así que muchas veces no es posible tener un ritmo de restauraciones muy grande.
Agrégale que adquirir películas en blanco y negro se ha hecho una situación más compleja, la Kodak que es la única fabricante, lo hace a pedido, es decir, hay una serie de cuestiones que están anexas a la restauración de películas fílmicas que dificultan y hacen lento el proceso.
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