6.
En este sentido expresa Candau (2000:184-185)
“la manera en que grupos e individuos afrontan
la pérdida nos informa siempre sobre el juego de
la memoria y de la identidad en el interior de la sociedad
considerada, en particular cuando se trata de herencias
del pasado… la incapacidad para afrontar la pérdida
y la alteración… conduce a petrificar el
pasado a fin de salvaguardarlo y, por eso mismo, a perderlo
más aun”.
7. De su abundante, variada
e innovadora producción fotográfica (retratos
de artistas plásticos y escritores porteños,
fotomontajes para libros y revistas, fotografías
de paisajes y costumbres urbanas), utilizamos en esta
investigación aquellas reunidas en una muestra
bajo el título Aborígenes del Gran Chaco.
La misma constituye un trabajo único y un documento
coherente con sus principios éticos y estéticos
y es considerado un trabajo excepcional dentro de su producción,
ya que la envergadura alcanzada estuvo determinada en
parte, por una iniciativa personal (Priamo, 2005).
8.
La mayoría de las imágenes obtenidas por
Stern entre 1958-1964 en localidades de Chaco, Formosa
y Salta, junto a las de Guido Boggiani y Otto Moessgen
en el Chaco paraguayo a fines del siglo XIX, como las
de Hans Mann en el Chaco paraguayo y parte del argentino
hacia 1937, fueron utilizadas por la ciencia antropológica
para sus investigaciones (Giordano, 2004:17).
9. Dado que la proximidad
idiomática suele ser un signo de cercanía
social y territorial, los límites actuales de los
grupos indígenas chaqueños se corresponden
-en parte- con el uso de sus lenguas, que delimitan fronteras
sociales y étnicas. En tal sentido y según
esta forma de identificación de la diversidad aborigen
del Chaco, los tobas hablan, junto a los pilagás
y mocovíes, lenguas pertenecientes a una de las
cinco familias o troncos lingüísticos: guaycurú,
y habitan el este de las provincias del Chaco, Formosa
y la zona de Tartagal y Embarcación en Salta. La
etnia toba es considerada dentro de la familia guaycurú,
como la más numerosa (Wright, 2005: 25).
10.
La actividad consistió en la visita a la exposición
de ambos grupos escolares (noveno y multigrado) acompañados
por docentes de dicha institución y tras su recorrido,
en un taller de elaboración plástica en
el que cada estudiante representó lo que juzgó
más significativo de la muestra. Esta experiencia
constituyó una primera aproximación de los
sujetos fotografiados a las imágenes etnográficas.
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11. Tanto por el número
de familias que lo componen, como por las actividades
que tienen lugar en él, el barrio Toba constituye
uno de lo tres nucleamientos indígenas más
importantes de la capital de la provincia del Chaco: Resistencia
(los otros dos son el barrio Mapic y el Cacique Pelayo).
12. El coro toba Chelaalapí
(Banda de Zorzales) creado en 1962 e integrado actualmente
por 11 indígenas tobas de la ciudad de Resistencia,
tiene su sede en el Centro Cultural y Artesanal Leopoldo
Marechal, de dicha ciudad. Dependiente de la Subsecretaría
de Cultura de la Provincia, el grupo no sólo se
dedica al repertorio musical autóctono (con presentaciones
en diferentes escenarios del país), sino que realiza
desde 1993 una serie de actividades culturales de “transferencia”
a diferentes instituciones educativas de la ciudad, que
incluye danzas, artesanías, relatos míticos,
etc.
13.
La evangelización fue uno de los fines de la empresa
colonial (militar y espiritual) sobre la tierra chaqueña
y las misiones religiosas fueron las encargadas de “integrar”
las poblaciones indígenas “infieles y salvajes”
a la sociedad nacional. Las tareas de conversión
y civilización llevadas a cabo por sacerdotes y
funcionarios civiles, debían lograr que el indio
chaqueño adopte una vida sedentaria, viva en un
poblado con casa y familia, cultive la tierra, críe
ganado y obtenga una redención por la educación
religiosa o laica. Logro civilizador que se simbolizaría
en el bautismo (Giordano, 2005:260).
14. En esta diferenciación acerca
de los antiguos y modernos modos de trabajar podría
advertirse cierta evocación de las formas de vida
anteriores a la conquista española. Respecto de
las presiones y efectos de la colonización sobre
el sistema adaptativo tradicional de los Tobas comenta
Miller (1979:156): “Cuando la tecnología
toba no pudo oponerse a la de los invasores, la tensión
presionó sobre el nivel de los recursos. Las armas
de los Tobas no pudieron competir con las de los europeos,
ni sus herramientas resultaron adecuadas para explotar
el medio ambiente cuando fueron confinados a áreas
geográficas restringidas… en los algodonales…
las habilidades tradicionales no eran tenidas en cuenta…
los artesanos fueron dejados de lado, y las mujeres adquirieron
las mismas habilidades que los hombres, desorganizando
los modelos funcionales tradicionales”.
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