El
documental Actores Secundarios
se estrenó en noviembre de 2004 en el Cine
Arte Alameda, donde la mayoría de los asistentes
se aprontaba a ver una historia de la cual fueron
sus principales protagonistas.
A través de imágenes de archivo
y el testimonio de algunos de los “actores”,
el documental reconstruye el movimiento de estudiantes
secundarios de mediados de los años ’80,
mostrando un aspecto poco conocido de la lucha
contra la dictadura militar. Colegios en toma,
escolares en la calle manifestándose, jóvenes
que sin tener clara conciencia de lo que se hacía
decidieron actuar por cambiar la situación
del país.
En octubre de 2005 Actores Secundarios
recibió el premio Pudó al mejor
documental en el Festival de Cine de Valdivia.
En el marco del 9º Festival de Documentales.
Fidocs-2005, se exhibirá nuevamente la
primera semana de diciembre.
Actualmente el grupo trabaja en su tercer documental
sobre el grupo musical Los Ángeles Negros.
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El Comienzo.
Cómo
se produce su acercamiento al género documental
y a quiénes reconocen como sus influencias.
Pachi:
En mi caso, yo estuve haciendo un Master en España.
Un Master en documental de creación en la Universidad
Autónoma de Barcelona y ahí me acerco
de frentón al cine documental. Antes habíamos
tenido experiencias en conjunto trabajando en televisión
comunitaria, que de alguna manera también es
un tema importante para nosotros, que nos acercó
a esta idea de mostrar realidades, de contar historias.
Pero básicamente fue en el Master.
Y de referente lo primero que conocí fue Patricio
Guzmán, sus películas La Batalla
de Chile; En Nombre de Dios;
La Memoria Obstinada; esas tres películas
me marcaron harto. Y después otras cosas, los
clásicos de documentales que pude conocer.
Jorge:
Lo mío se produce paralelo con lo de ella, tiene
que ver con el trabajo que hicimos en videos populares
y después fuimos conociendo documentales. Siempre
hemos dicho que ver e ver documentales en Chile no es
fácil porque no hay... bueno ahora sí.
Pero por lo menos hasta los ’90 no había
mucha difusión ni disponibilidad de ver documentales.
Los documentales del Pato Guzmán estaban vetados
acá o prohibidos y no se distribuían más
que de mano en mano. O sea, el documental marcó
durante los ’90 la misma distribución que
en los ’80: de mano en mano, medio clandestino.
Y después, ya en el 2000 con la llegada de más
gente, con la llegada del DVD, Michael Moore y todas
esas cosas, el género se hizo más accesible.
Y además nosotros estuvimos en España,
donde tuvimos la posibilidad de ver hartas cosas que
no habíamos visto jamás acá.
Pachi:
Nosotros hicimos juntos en España un documental
para un canal de televisión allá, fue
lo primero que hicimos, que se llama América
Latina en Tres Actos, una película que
intentaba retratar cómo los españoles
miran Latinoamérica, estas miradas que son de
repente un poco de caricatura, o la ven como una tragedia
o la ven como la revolución o la ven como una
de caricatura, más humorística: Eso fue
el primer acercamiento que tuvimos al género
documental.
Y después llegando acá nos pusimos a trabajar
en Actores Secundarios y ahora estamos
en el tercero que es sobre Los Ángeles
Negros.
La Gestación de Actores Secundarios
Cómo
fue el proceso de realización del documental,
la construcción del guión. Cómo
se fue desarrollando el proceso de hacer el documental.
Jorge: El documental se trabajó
con una investigación que duró harto tiempo
y ahí trabajamos los cinco (Marcela Betancourt,
Pachi Bustos, Jorge Leiva, Mireya Leyton y René
Varas), que somos amigos y nos juntamos a hacer el documental
y hacer otras cosas también.
La
idea del documental surge en una reunión de amigos.
Pachi: Exactamente. Sí, tomando
onces un día, acordándonos de las historias
de la Media, de esas anécdotas que siempre salían
a relucir. Estábamos justamente viendo un Teleanálisis,
a propósito de otra cosa, y apareció uno
u otro personaje y empezamos a recordar esas historias,
además nosotros que veníamos llegando
con ganas de hacer un documental. Y nos dijimos: pero
bueno, entonces contemos esta historia. Y la empezamos
a hacer, así, con nuestros medios.
Jorge:
Investigamos, entrevistamos a mucha gente. Hicimos entrevistas
a 50 ó 60 personas. Nos dividimos el trabajo
entre nosotros, hacíamos informes, nos juntábamos.
Y luego, a partir de eso empezamos a estructurar cómo
íbamos a contar la historia. Al final resultó
una narración más o menos cronológica
porque era la forma más fácil de expresarla,
porque en realidad la historia del movimiento tiene
una historia cronológica que permite ser contada
dramáticamente. O sea, el movimiento crece, crece,
crece, decae y se acaba. Entonces es perfecto porque
estaba el hilo dramático.
Pachi:
Había momentos para climax ...
Jorge:
Estaba presentada la estructura dramática ahí,
sola, no había nada que hacer: Presentación,
Desarrollo, Desenlace y Final.
Pachi:
Que de la misma manera, a nuestra concepción
del guión, lo que le pasa al movimiento de estudiantes
secundarios, es lo mismo que le pasa al país,
que de a partir del ‘83 - ’84 empieza a
organizarse, a movilizarse. Hay momentos más
álgidos a partir del ’86, pero después
también empieza a decaer, ya después del
Plebiscito la Transición, es lo que le pasó
a este movimiento también.
Jorge: Lo que pasa con el movimiento
estudiantil, nos dijeron eso en uno de los tantos foros
a los que fuimos, es lo que a harta gente le pasa y
es que se consideran actores secundarios sin ser estudiante
secundario. O sea, que en este proceso de la democracia
chilena que crece, que convoca a mucha gente, a muchas
organizaciones pero llega un momento determinado en
que llega la democracia y corta. Las organizaciones
son apartadas y se les dice “bueno, váyase
para la casa. Si tiene militancia le podemos dar un
puesto, pero si no tiene militancia, váyase para
la casa nomás”·
Esa es una historia en la que se refleja la gente también.
Por ahí, yo creo se podría explicar por
qué le fue tan bien al documental.
Ahora, yo creo que al documental le fue bien pero, ¡¡tampoco
le fue tan bien!!. Tampoco vamos a decir que fue
un fenómeno masivo, esto no es Machuca
ni El Chacotero Sentimental, nada.
Es un documental que pegó en cierta
gente, que interesó más de lo que interesa
un documental comúnmente. Pero no se trata de
un fenómeno ni de un acontecimiento masivo sino
un documental que pegó más de
lo que acostumbran a pegar los documentales.
En
el proceso de realización de Actores Secundarios,
qué fue lo más complejo y qué lo
más placentero, lo más interesante.
Jorge: Lo más complicado fue
tratar de condensar toda esa historia en la hora y media
que dura el documental. Porque es una historia que tiene
demasiadas aristas, que tiene demasiada gente que quiere
hablar, tiene demasiado protagonistas. Entonces, era
complicado establecer un documental donde, primero,
no hubiera protagonistas sino tratar de que el que cuente
la historia sea un colectivo, un grupo de personas,
no hay... bueno al final uno se destaca por sobre otros,
pero en general, es la historia del grupo completo.
Pero tampoco es muy homogéneo como aparece en
el documental.
Entonces, era difícil contarla así y eso
fue super complicado, fue super duro y eso implicó
estar sentado en la sala de montaje durante horas.
Lo placentero fue trabajarlo, fue trabajar este documental
como se trabajaba antes. Nosotros que veníamos
de los ’80, fue tener esta especie de lógica
de juntarse con amigos y hacer una cosa bien militante,
bien ordenadita, bien trabajada. Y re-encontrarse con
ese mundo y encontrarse con viejos amigos que no veíamos
hace tiempo y provocar encuentros entre ellos también.
O sea, hacer verle a esta comunidad, que fue la que
vivió la enseñanza media durante los ’80,
que todavía teníamos cosas en común,
que teníamos una mirada hacia el mundo que todavía
nos podía importar. Eso fue, una mirada en común
que podíamos compartir todavía, una hermandad
que no se había roto. Y eso fue super bueno,
fue bueno porque este documental fue recibido como un
regalo para esa generación.
Pachi:
Claro, fue el placer de rescatar esa historia
también, porque es una historia que estaba muy
encerrada. A mí personalmente que no fui parte
del movimiento, como otros amigos de este grupo, me
apasionaban mucho estos cabros (jóvenes,
adolescentes) entre 15 y 17 años, que estaban
ahí con ese nivel de compromiso, con ese nivel
de pasión por lo que hacían, de riesgo
vital. Y en el fondo contar esa historia. Abordarla
hoy día, saber en qué estaban hoy día.
Un poco como miraban para atrás esa experiencia,
todo eso fue super... Fue un trabajo largo, porque fue
extenso, estuvimos prácticamente tres años
trabajando en esto, pero fue muy entretenido, fue muy
gratificante, en verdad.
Qué
es lo que quedó fuera de la historia del movimiento
estudiantil en Actores Secundarios.
Jorge: El documental está definido
como una mirada y no como la historia del movimiento
secundario. Siempre decimos lo mismo: este es el
mapa y no el territorio. También es imposible
dar una muestra muy clara.
Lo que quedó afuera fueron episodios de este
movimiento que no pudieron ser abordados con la profundidad
que se habría requerido, nos habría encantado
abordar más casos. Contar lo que fue la prehistoria-prehistoria
del movimiento en los inicios de los ’80, antes
del ’84, antes que se armara el COEM. Hay una
historia donde participan Carolina Tohá, Alejandro
Goic y un montón de otros dirigentes, que después
brillan en la universidad. Y lo que pasó después
del ’87 con la venida del Papa, después
del atentado a Pinochet decae la movilización
social, pero el movimiento secundario como tenía
su propia lógica, se mantiene super activo. El
año 88, es un año en que se produce una
gran cantidad de tomas, la “metradas”, que
son movilizaciones para obtener pasaje escolar en el
metro, siguen habiendo marchas callejeras, siguen habiendo
actividades juveniles: la semana pingüina, por
ejemplo.
Eso quedó fuera porque sentimos que de alguna
manera con lo que se había contado antes esa
historia, ya estaba contado. Ya sabíamos como
eran las tomas, ya sabíamos como eran las marchas.
Lo que pasó con el movimiento en general es que
decayó y en el fondo dejamos algunas cosas omitidas,
en cuanto a los detalles historiográficos, pero
intentamos abordar todos los motivos, todos los valores
que atravesaron el movimiento. Lo transversal más
que lo lineal.
Tal vez, a lo mejor, falta que alguien haga una tesis
de este movimiento y establezca realmente lo que pasó,
qué tipo de movimiento fue en el contexto histórico-social,
si este movimiento tiene algún símil en
otra parte de la historia de Chile, o en otra parte
del mundo. Como estos movimientos son movimientos fugaces,
porque duró 6 ó 7 años y además
muy desinteresado. Yo no sé si habrá movimientos
políticos que tengan esas prioridades, donde
la gente actúe no por fin de tomarse el poder
y luego quedarse con un cargo y administrarlo, sino
por la sencilla razón que hay que cambiar esta
sociedad que no estaba bien. Que había que cambiarla
y no estábamos preparados para administrarla
tampoco.
Pero
además con la pasión, con el amor y con
la entrega que solamente se puede hacer en la adolescencia.
Está todo ahí, lo que viene después...
si después no viene nada, si aquí se acaba
todo y tengo que jugármela toda y si es necesario
ir a una toma, subirte a un techo y tengo que hacer
cosas mucho más peligrosas que hizo otra gente,
porque está todo ahí. Ese tipo de pasión
no sé si se vea hoy día.
El
mito de la lucha estudiantil
El documental ha provocado que al referirse a la movilización
política estudiantil de los ‘80 el foco
se traslade del ámbito exclusivamente universitario
al de la generación adolescente de la secundaria.
Jorge: Sí, yo creo que en este
caso sí, este documental se adelantó porque
es una historia que nadie había contado.
Pachi:
Y que merecía ser contada. La recepción
que ha tenido por parte del público, de la crítica,
de los estudiantes, a través de liceos y universidades
demuestran que s un tema que ha impactado. Que es una
realidad que debía ser conocida porque ha llamado
mucho la atención, ha provocado mucho.
O sea, para nosotros es algo impactante lo que ha pasado
con la película. Hemos estado en un montón
de foros, nos invitan permanentemente a liceos, a colegios,
a universidades. Hay una ansiedad, por conocer más
cómo era esta historia y una sorpresa, porque
cómo es posible que esta historia no se hubiera
contado antes.
Jorge:
Y llama la atención sobre todo y es claro que
lo digamos... sobre todo el tema. Cuando vamos a un
foro, como dice la Pachi, en general las preguntas van
por el lado “Oye, y cómo era el movimiento
en esa época”, de “cómo
eran las tomas”, “ustedes tenían
permiso de sus padres para ir a las protestas”
y “cómo era andar con las molotov”.
En realidad nadie nos pregunta “cómo
hicieron el documental, cómo investigaron, cómo
fue su acercamiento al tema, cómo trabajaron
el guión". Nadie. Lo que más
nos preguntan es concretamente eso. Lo que más
llama la atención es haber rescatado esta historia.
Este documental tiene ese mérito, haber rescatado
esa historia más que el trabajo documental mismo,
brilla más porque es una historia que había
estado olvidada.
El
documental y la historia que cuenta, se han transformado
en una suerte de mito urbano.
Pachi: Sí. Para nosotros realmente
el documental, como dices tú, se ha transformado
en una especie de mito, porque nosotros a veces estamos
un poco cansados de Actores Secundarios,
de toda esta cosa que se ha generado en la gente que
fue parte del movimiento y de la que no fue parte.
Porque, estamos a casi un año de su estreno y
no para. Y los primeros meses sobre todo, a través
de la página web que hicimos, llegaban cartas
de Chile y del mundo diarias de distintas personas,
que habían sido parte del movimiento. Un poco
como catarsis, ¿no?.
Yo creo que hay un tema que no está resulto para
parte de esa generación, que tiene que ver con
las cosas que hizo, que pensó, que soñó
en esos años y que hoy día, en el fondo,
en esta sociedad, en este sistema hay un gran vacío.
De
todas manera, se ha ido produciendo un auge del género
documental, que se vean más documentales de un
tiempo a esta parte.
Jorge: Y eso tiene que ver también
con el éxito de actores secundarios. O sea, hoy
día hay muchos documentales chilenos buenos hechos
durante... finales de los ’90 principios de los
2000 que también rescatan la memoria y lo hacen
muy bien, a nuestra opinión desde Volver
a vernos; Mi hermano y yo;
En algún lugar del cielo, son
documentales que rescatan historias que tienen que ver
con la dictadura o con lo que pasó después
y que no contaron con el contexto que tuvo Actores
Secundarios, que fue bueno. Y además
tiene una narración "más de documental"
y, a lo mejor, más difícil para el público
en general.
Pachi:
Pero lo que yo creo, de lo que sí nos
sentimos responsables es que Actores Secundarios
ha abierto una puerta, en el sentido que los documentales
sí pueden ser vistos por un público más
amplio. A nosotros también nos ido super bien
con el DVD, hay un interés. Estuvimos más
de 8 meses en cartelera ininterrumpidamente. Lo mismo
le pasó a Malditos (documental
de Pablo Insunza) con menos tiempo, pero de alguna manera
el documental puede ser visto, puede pasar más
de una semana en una sala y eso es importante. Allende
(documental de Patricio Guzmán) ahora superó
todas las expectativas, pero eso es muy bueno. Yo creo
que para adelante abre muchas puertas. Un documental
puede ser entretenido y puede ser visto como una película,
igual que una película de ficción.
En
este sentido los canales de distribución y exhibición
se abren o el documental sigue siendo un género
de festivales.
Jorge: Creo que ahora puede ser que
se empiecen a abrir un poco más. O sea, lo que
pasó con Actores Secundarios,
si hubiésemos ido el año pasado a esta
altura del año, cuando teníamos Actores
Secundarios listo, al cine Hoyts nos habrían
dicho que un documental no, jamás. En cambio
si fuéramos ahora no nos tratarían así,
porque saben que convoca gente, gana premios, vende.
Pachi:
De hecho TVN ya lo compró y a partir de marzo
empieza a exhibir todo un ciclo en la Cultura Entretenida
con documentales chileno. Entonces yo creo, que es super
bueno para el género que se estén abriendo
esas ventanas.
Documental
y Memoria Política
Creen
ustedes que el género documental le entrega una
mirada distinta al proceso de transición política.
Jorge:
Yo siento que los documentales, en general
los últimos como Malditos, el
nuestro sí la tienen. Tienen la posibilidad de
contar historias que no se cuentan en otra parte. Eso
son los grandes méritos de los documentales que
uno intenta hacer, que son documentales que se acerquen
a episodios de la historia de Chile que no son vistos,
que no han sido vistos y están ahí. Entonces
en ese sentido, nosotros la transición la mostramos
de otra forma y por eso nos gustó hacer Actores
Secundarios también. Lo que pasó
después de la llegada de la democracia, se refleja
en el documental y eso tiene que ver con una mirada
que no se había mostrado.
Pachi:
Yo creo que eso es importante, que hay otras películas
anteriores que en el fondo también abordan los
’80, incluso los ’70, pero siempre aparece
la imagen de La Moneda, el bombardeo, el Golpe de Estado.
Son como muy antiguos, en el fondo no avanzan a lo que
está pasando hoy día.
Yo creo que la gracia de nuestro documental o de Malditos
es que tienen una mirada crítica respecto a la
realidad que vivimos y al país que se ha construido
a partir de los ’90. Nosotros nos sentimos orgullosos
de no haber puesto ninguna imagen de La Moneda, del
bombardeo a La Moneda.
Situamos a los personajes en hoy día, en el año
2004, cuando fue el estreno. Hoy día qué
está pasando con ellos, en qué ciudad
se desenvuelven, cuáles son las calles que cruzan,
cómo miran para atrás los acontecimientos.
Jorge:
Por eso se va a la feria artesanal. A ver, éramos
así, pero ya no somos así, esto ya pasó.
Y entender qué pasó.
Hay
algo de desencanto en Actores Secundarios.
Pachi: Yo creo que sí. Es inevitable
y fue una de las cosas que generó más
polémica entre la gente de la Media que la vio.
En algunos había una sensación de derrota
hacia el final con lo que ellos no se sentían
identificados. Pero por nuestra parte como equipo, como
línea editorial sí sentimos, de alguna
manera, que como proyecto político era un fracaso
evidentemente. Y eso muestran nuestros personajes y
se refleja en parte en el documental.
Pero probablemente, en términos humanos, de las
cualidades de las personas que sobrevivieron durante
todo este tiempo hay un triunfo, porque siguen siendo
personas buenas, comprometidas. Pero con respecto a
lo que se quería, al país que se soñaba,
el país que se quería construir, el proyecto
político, no. Fue un fracaso.
Jorge:
Hay fracaso, como dice la Pachi, con el proyecto político
por ejemplo que lo decía Dago, que tenía
que ver con la sociedad que soñabas, no resultó.
Pero el proyecto personal no fue el derrotado sino el
político. Yo creo que uno aprendió en
la Enseñanza Media a construir relaciones sociales
profundas que estuviesen basadas en la solidaridad,
en la búsqueda del beneficio de todos, de valores.
Y esa lógica no fue derrotada, que es una lógica
que uno lleva a todas partes y trata de reproducirla.
La gente que estuvo en la Media, que parte de este movimiento,
trata de reproducir esta lógica a los contextos
donde llega. Yo trato de llevar esta forma de relacionarme
con la gente, esta forma de construir proyectos, esta
forma de dibujar la relación social a mi trabajo,
a mi lugar de estudio, a mi familia. Y por ahí
no fui derrotado.
Pero ahora si pensamos que queríamos una sociedad
sin clase, con acceso igualitario a la salud, a la educación,
donde los ancianos no estuviesen mendigando una pensión,
y no lo logramos, entonces perdimos.
En ese sentido fuimos derrotados, porque la sociedad
que queríamos construir no se construyó.
Es como un partido de fútbol, fuimos a jugar
un partido de fútbol y salimos derrotados. Eso
no significa que nosotros estemos muertos y como jugadores
de fútbol no podamos seguir jugando. Significa
que perdimos ese partido. Eso es lo que el documental
trata de decir.
Cómo
ven ustedes la relación entre Documental y Memoria
Política.
Jorge: Yo no sé si los documentales
como género y me encantaría que así
fuese, ayuden o contribuyan a recordar la historia política
y simbólica del país. Me encantaría
que el documental contribuyera a eso, pero a veces siento
que el documental no basta. Puede ser una ventana, pero
el documental implica que la gente que se interesa por
él, ya es gente que quiere recuperar la memoria.
Hay, probablemente, una gran mayoría que este
tema no le interesa. Insisto este país no tiene
memoria, a la gente se les olvidan las historias...
o peor aún, no se olvidan, pero no les importan.
Pachi:
Pero, yo creo que con Actores Secundarios
pasó algo distinto, nos abrimos a un universo
de gente que está más allá de la
gente que tiene conciencia que es importante rescatar
la memoria.
Por lo menos, sí estaba en nuestras intenciones
rescatar esta historia. Hay gente que lo hace escribiendo
libros o haciendo otro tipo de actividades: Y nosotros
la rescatamos haciendo películas, creo que es
una buena forma, era nuestra intención rescatar
esta historia política y salvarla del encierro
y del olvido de donde estaba.
Jorge:
El documental es un aporte a un país que, en
general, se niega a tener una memoria política.