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BIBLIOGRAFÍA

Batchen, Geoffrey. 2004. Arder en deseos. La concepción de la fotografía. Ed. Gustavo Gili. S.A., Barcelona.

Deleuze, Gilles. 1987. Foucault. Ed. Paidos, Bercelona.

Foucault, Michael. 1967. Espacios Otros. Conferencia inédita. París.

Gallardo, Francisco. 1997. Arqueología y poesía. LOM ediciones, Santiago de Chile.

Scarzanella, Eugenia. 1996. Fotografías de indios. Misioneros salesianos y documentación etnográfica de Tierra del Fuego. En: Chiara Evangelista (editora)
. Fronteras, Etnias, Culturas (América Latina, siglos XVI-XX). Colección Biblioteca Abya-Yala, Quito.
 
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Las grandes panorámicas que cumplieron con la función de difundir los logros urbanísticos y arquitectónicos que los salesianos lograron desarrollar en la Isla Dawson, se convierten para nosotros en presagios de la muerte en su expresión fotográfica más explícita: el vacío. El espacio sin habitar.
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Los indígenas de la misión estaban ahí justamente porque acababan de sufrir la muerte de su "pater, patris" lo que los convertía en "apátridas", los sin padre, sin patria. De este modo el espacio de la misión no es un hogar, sino más bien un orfanato y como tal juega con la yuxtaposición de la apertura-clausura: se abre en la isla para acoger a los desprotegidos y al mismo tiempo el espacio se cierra y se vuelve opresivo. No es fácil vivir en la isla y cumplir con las exigencias que ésta impone, así como tampoco lo es estar fuera de ella.

La fotografía de la Misión San Rafael tuvo una función ilustrativa y de subordinación a los requerimientos del proyecto misional. Desde que el indígena ingresaba, era incorporado a la vida en la misión a partir de una serie de actos esenciales: lavarse, vestirse, desparasitarse, y cortarse el pelo. A partir de entonces, el indígena empezaba a formar parte de un espacio en donde los emplazamientos, el tiempo y el modo en que se habitaba “estaban perfectamente distribuidos según una lógica funcional y jerárquica”
.

Por su parte, la estética que repite una y otra vez la fórmula de composición en donde se refuerza la linealidad, el orden, lo pacífico, la limpieza refuerza lo mismo. Sin embargo, en estas fotografías hay espacios que no están, hay gestos que no están. Al tomar distancia de la función ilustrativa y de la subordinación de la imagen a los discursos posibles que la envuelven aparece un enorme vacío que impone la tarea de volver a las fotografías y leerlas en combinación directa con las omisiones.

Sin duda una de las observaciones que más llena de sentido es la constatación de grandes ausencias espaciales, a saber, el interior de la iglesia, de la enfermería, de las casas de los indígenas y de las salas de clase. También se omite uno de los procesos de higienización más violentos como lo fue el corte total del pelo. Y por último, se omite el cementerio, uno de los espacios más concurridos documentalmente y más omitido en lo visual.

Todas estas omisiones que hemos señalado y donde sin duda podríamos agregar una lista mucho mayor, tan extensa como serían las formas posibles de habitar el espacio para cada individuo, nos parecen de suma importancia en tanto abren la mirada a un espacio y un modo de habitar que no se ha contemplado en los estudios sobre el fueguino.


A partir de estas omisiones en la fotografía empieza a dibujarse el espacio del silencio, pero no de un silencio buscado por los indígenas, sino un espacio silenciado a través de la ausencia del habitar. Finalmente, al omitir el cementerio, la enfermería y las cabezas rapadas, no sólo queda oculto un espacio cualquiera, un espacio más, sino que se omiten justamente aquellos que tienen una presencia fundamental en el estado de crisis que vivían los fueguinos: la muerte, el dolor físico, el ultraje, el descontento. Las insistentes fotos grupales no dejan ver ánimos desertores, ni el agobio del encierro, así como tampoco dejan ver individualidades.




La utopía debía concretarse en el tiempo y en el espacio, como una especie de pequeña eternidad intemporal donde el lugar elegido permitiría capturar el tiempo del porvenir y el pasado cercano, en un presente destinado a dar asilo y civilidad.

El asentamiento de la Misión es más que una cartografía geográfica y arquitectónica, una enumeración de sus edificaciones y funciones: un muelle que como una ancha avenida conduce al centro de la misión, la iglesia, en cuyo trayecto se levanta un mástil a modo de una cruz. A un lado se levantan las casas o los ranchos indígenas, al otro lado, se ubican las edificaciones que convierten a la misión en una comunidad autosuficiente, los talleres de hilado, la escuela de música, el colegio de los niños, la enfermería, y en una loma el cementerio, y más al norte, las edificaciones que albergan a las niñas huérfanas. La misión es más bien un “escenario acorde con las palabras, los gestos y los actos”
.

Sin duda, estamos ante la manufactura de un espacio jerarquizado y ordenado por la utopía salesiana para dar refugio o asilo a los mendigantes. Sin embargo y en aquella cartografía histórica misional ¿Qué hay de singular? ¿Qué hay de contingente? Creemos que una de las vías para acercarse a aquellas preguntas podría estar en el análisis del acto de habitar, entendido éste como el lugar “en el que se desarrolla, precisamente, la erosión de nuestra vida, de nuestro tiempo y de nuestra historia; ese espacio que nos roe y que nos arrebata
. ¿Es la Misión de San Rafael el tipo de espacio al que se refiere Foucault?.

La misión es un tipo de espacio destinado a normalizar la conducta y controlar a los que lo ocupan a través de las funciones formalizadoras que cumplen el “curar, educar, instruir, y hacer trabajar”
.
¿Qué tipo de espacio, que tipo de habitar es la Misión? Creemos que en las respuestas de aquellas preguntas es donde podría situarse otra especificidad de la fotografía salesiana que desde el análisis del contexto de la producción y circulación se silencia.

Las omisiones

Lo que se silencia de la Misión de San Rafael es que era “un tipo de lugar que se hallaba fuera de todos los lugares, aun cuando fuera efectivamente localizable"
a través de la fotografía. Fue un espacio reservado para aquellos individuos que se encontraban, por su contexto histórico inmediato, "respecto de la sociedad y del medio humano al interior del cual vivían, en estado de crisis" .

El espacio de la isla y específicamente el de los límites de la misión, adquieren una importancia destacada en tanto idea y facticidad de "lugar aparte", de lo que se ha relegado y disgregado socialmente porque su comportamiento u otros aspectos como el racial o cultural simplemente no se ajustan a las normas exigidas. Este lugar “invertido” es el que recoge a los que están crisis.

La isla como tal cumple con la metáfora más gráfica de este “lugar aparte”, del espacio predilecto para deshacerse de leprosos, convictos, o detenidos políticos. La Misión de San Rafael recibe a aquellos considerados como desadaptados en su propia tierra.




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Ello permite situar a la fotografía salesiana de San Rafael como una representación determinada por su contexto, el proyecto misional. De esta manera, este tipo de fotografías se constituyen en una manufactura que intentaba duplicar algo, pero ese algo no estaba en las imágenes, en los retratados, sino que en “las actividades de la cultura que la rodeaba y la inspiraba” . Así se nos dibujaba una relación de correspondencia entre la fotografía y el proyecto misional, convirtiéndose la imagen en un vehículo del proyecto salesiano.

Desde esta perspectiva, la fotografía de las misiones fue producida para ser utilizada en el ámbito de tres actividades culturales de los misioneros: en el museo de Punta Arenas abierto desde 1893; en la redacción de ciertos estudios antropológicos; y en el órgano de propaganda de la congregación, “el Boletín Salesiano”
.

Aquellos usos de la fotografía misionera se sitúan en el contexto de la producción y circulación de las imágenes, perspectiva que permite visualizar, de forma muy clara, que la especificidad de la fotografía misional es la de justificar la presencia misionera en tierras fronterizas y de mostrar sus logros. Esta especificidad se corresponde con el tipo de fueguino “salesiano” que se representa: el indio pacífico, ordenado, limpio y útil que habita en un espacio civilizado.

Desde la perspectiva del contexto de la producción y circulación de las imágenes, estamos de acuerdo en que las fotografías “nunca pueden existir al margen de discursos o funciones de algún tipo. No existe un terreno neutral donde la fotografía pueda hablar de y por sí misma, donde pueda transmitir algún significado verdadero, esencial, subyacente
.
Pero creemos también que el texto fotográfico misional es más que una historia de sus usos, es más que “un rastro de otra cosa”, ya que las imágenes se nos convierten en algo estático, quedan atrapadas, fijas en la repetición de documentar, y por ende de reforzar “el pasaje indoloro de la condición de salvajes a la de buenos cristianos”.

Asumiendo las características de aquellas fotografías, determinamos hacer una re-lectura que nos desviara de aquella relación que se nos configuraba tan claramente. Y nos preguntamos qué ocurriría si, al desplazar el eje de observación, sería posible o no apreciar otro tipo de características en aquellas imágenes.


Decidimos entonces, prestar atención a aquello que en las imágenes se reforzaba y se omitía a fin de ubicar otro tipo de especificidad de la fotografía misional. Y comenzar a trabajar con la sospecha de lo que tanto se reiteraba o reforzaba en las imágenes, el espacio y su forma de habitar civilizante y moralizante.

El asentamiento

En la historia del asentamiento de la Misión Salesiana de San Rafael, uno de los primeros temas que surgen es que aquella historia está traspasada por la “utopía salesiana”, consistente en propagar la fe para evangelizar al indígena, el que antes debía ser civilizado. Los territorios donde aquellos vivían eran considerados “como uno de los más abandonados de la tierra”, habitados por razas moribundas y mendigantes, cuya vida estaba en riesgo.








Carolina Odone & Andrea Purcell
Acerca de las imágenes

A lo largo de los veintidós años que duró la acción misional de los salesianos en la Isla Dawson, éstos construyeron un emplazamiento que respondía al proyecto de “civilizar” al indígena a través de la catequesis, la instrucción primaria, y la enseñanza del trabajo.

Consideramos que en la Misión de la Isla Dawson, el espacio y su forma de ocupación se levanta como una de las vías para explicar no sólo cómo se fue articulando este proyecto salesiano, sino que también cuáles fueron sus contenidos. A su vez, las imágenes que de este espacio se tomaron estaban mediatizadas por el interés específico de registrar y documentar los logros de aquella obra salesiana.

Hasta el momento desconocemos a quiénes realizaron las imágenes y, cronológicamente, sólo hemos podido situar algunas de ellas, en su mayoría correspondientes a la década de 1890. En general, las fotografías retratan escenas y eventos transcurridos en la misión, con tomas tanto de interior como de exterior, en donde los fueguinos son el centro visual de las imágenes, claramente obturadas bajo la dirección del fotógrafo.

Las imágenes se suceden representando el espacio de adentro como el taller de las niñas y las mujeres indígenas. También están aquellas que retratan el espacio de afuera, como el de los hombres trabajando en el aserradero o bien la comunidad entera apostada frente a un muelle exhibiendo la lana producida.


Asimismo hay fotografías que muestran a los fueguinos reunidos en torno a alguna edificación, como la iglesia, y el colegio, todos ellos vestidos de forma ordenada. Llama la atención, que en gran parte de las fotografías de San Rafael, los protagonistas son las mujeres y las niñas, algunas de ellas, huérfanas, y no necesariamente indígenas. Así, las fotografías de la Misión de San Rafael presentan un denominador común, un topos que se repite al mirarlas, y que se refiere a la representación de una forma de habitar el espacio físico y social tanto civilizante como moralizante.


El espacio de la Misión de San Rafael y su fotografía
(Isla Dawson, Tierra del Fuego, 1889-1911)
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En este trabajo sobre la fotografía de la Misión Salesiana de San Rafael, se presentará una lectura respecto de las formas de habitar y las maneras de representar ese habitar en las fotografías. Considerando la imagen fotográfica como una mediación entre una realidad y la reconstrucción de aquella, nuestro objetivo será reflexionar sobre la fotografía en tanto una producción específica acerca del indígena y sus modos de habitar. Las imágenes se tomaron en el espacio de la misión, y nuestras preguntas son qué aparece, qué se omite y qué es lo que se refuerza en dichas representaciones del indígena.


Palabras claves: Fotografía, Usos de la imagen, Historia, Tierra del Fuego.


Autor: Carolina Odone & Andrea Purcell
Licenciada en Historia. Pontificia Universidad Católica de Chile. Candidata al Doctorado en Historia. Pontificia Universidad Católica de Chile.
Licenciada en Literatura Hispanoamericana con mención en Lingüística. Pontificia Universidad Católica de Chile. Licenciada en Estética. Pontificia Universidad Católica de Chile. Candidata al Magíster en Estudios Latinoamericanos. Universidad de Chile.


e-mail: carcar@chilesat.net
& andreapurcellt@yahoo.com


Revista Chilena de Antropología Visual -
número 6 - Santiago, diciembre 2005 -
95/101 pp. - ISSN 0718-876x.
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El espacio de la Misión de San Rafael y su fotografía
(Isla Dawson, Tierra del Fuego, 1889-1911)
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In this paper about the photography of the Salesian Mission of San Rafael we will present a reading about the forms of dwelling and the ways of representing such dwelling. Considering the photographic image as a mediation between a reality and its reconstruction, our aim will be to reflect about photography as a specific production about the natives and their ways of dwelling. The images were taken in the space of the mission, and our questions are what is photographed, what is omitted, and what is reinforces in these representations of the indigenous peoples.


Key words: Photography, uses of the image, history, Tierra del Fuego.


Autor: Carolina Odone & Andrea Purcell
Licenciada en Historia. Pontificia Universidad Católica de Chile. Candidata al Doctorado en Historia. Pontificia Universidad Católica de Chile.
Licenciada en Literatura Hispanoamericana con mención en Lingüística. Pontificia Universidad Católica de Chile. Licenciada en Estética. Pontificia Universidad Católica de Chile. Candidata al Magíster en Estudios Latinoamericanos. Universidad de Chile.


e-mail: carcar@chilesat.net
& andreapurcellt@yahoo.com


Revista Chilena de Antropología Visual -
número 6 - Santiago, diciembre 2005 -
95/101 pp. - ISSN 0718-876x.
Rev. chil. antropol. vis.