<<  Ô  >>
<<  Ô  >>
<<  Ô  >>
<<  Ô  >>
Por último, podemos señalar que a partir de dos textos distintos se construyen dos sujetos históricos distintos, con dos epistemologías de fondo diferentes. La primera se relaciona con los textos antropológicos o de corte cientificista de Furlong, y cuyo principio organizativo es la explicación, muy vinculada a las Ciencias Naturales de la época. En cambio, la epistemología existente detrás de los textos menos formales tiene que ver con el comprender, principio que hoy en día promulgan las nuevas ciencias humanas.

Si la filosofía (y por qué no la antropología) se preocupa del comprender es porque da testimonio, en el corazón de la epistemología, de una pertenencia a nuestro ser al ser que precede a toda objetivación, toda oposición de un objeto a un sujeto. Si la palabra 'comprensión' tiene tal densidad es porque designa el polo no metodológico, dialécticamente opuesto al polo de la explicación en toda ciencia interpretativa y constituye al mismo tiempo el índice ya no metodológico sino propiamente de verdad de la relación ontológica de pertenencia de nuestro ser a los seres y al Ser” (Ricoeur, 1999:168).

<<  Ô  >>

En cuanto a la relación texto e imagen, podemos señalar que la estructuración de los textos científicos, en comparación con los textos de difusión masiva como las revistas, restringe las posibilidades de construcción conjunta de los significados a partir del juego entre imagen, etiqueta y texto. En el caso del texto escrito en las actas del Congreso Americanista y de su imagen que lo compaña, su información es redundante. La función de la imagen es meramente ilustrativa, y por ende no constituye un comentario.

Muy diferente es el caso de la imagen que acompaña el texto de la revista Harper’s Magazine, la cual nos muestra una situación etnográfica, levemente contextualizada por una etiqueta que señala “viajando por la costa durante la baja marea”, y cuyo significado primero se ve posteriormente modificado y alterado después de la lectura del texto. Además, la misma imagen construida a partir del reflejo en el agua permite al lector construir nuevos significados y sentidos que se oponen a los significados más evidentes. Por ejemplo, señalamos que el sentido de la marcha (izquierda-derecha) connota el flujo del tiempo histórico, lineal. Mientras el reflejo del agua viaja en sentido opuesto, el orden occidental se encuentra subvertido. De esta manera la imagen, construye un sujeto ahistórico, que permanece latente en le reflejo del agua y que se resiste a ir en la direccionalidad de su devenir. Ellos aún permanecen en estas fotografías pese a su exterminio.

<<  Ô  >>
<<  Ô  >>
Sin embargo, Furlong no puede escapar de su época y de reproducir programas ya construidos como el de Edward Curtis a principios del 1900.
      
<<  Ô  >>

<<  Ô  >>

De esta manera, Furlong construye una nueva imagen del sujeto fueguino, o programa fotográfico según Flusser, en relación a las fotografías previamente construidas por las expediciones científicas, como La Romache, cuyo programa de calificación racial, con fotografías de frente y perfil se fue repitiendo hasta los años ’20 con Gusinde. En cambio, al observar gran parte de la colección fotográfica de Furlong, depositada en el Dartmouth College Library, podemos observar que la mayoría son escenas de grupo, en oposición a la categoría “retrato de grupo” que domina en la colección de Gusinde.

Este programa fotográfico, o estética fueguina, construido por Furlong será un legado y una convención para las futuras construcciones fotográficas realizadas principalmente por Martín Gusinde y Alberto María De Agostini en las primeras decadas del siglo XX. En especial en aquellas secuencias fotográficas etiquetadas como: “Arqueros, Mujeres recolectando, y otros como la cena de Navidad”.

<<  Ô  >>

De esta manera Charles Wellington Furlong nos encanta en forma y contenido, tanto en la escritura como en la imagen. Los sentidos construidos por ambos no son redundantes como en el caso de la publicación científica, sino complementarios.

Nuestra mirada va y vuelve desde la imagen al texto y del texto a la imagen. La complemetariedad de ambos nos permite ir construyendo nuevos significados a partir del mismo significante. De esta manera la imagen inicialmente visualizada ya no es la misma. Ahora no sólo vemos a un grupo de personas caminando cerca del mar, sino a un grupo familiar extendido de cazadores recolectores, altamente estructurado en sus roles, cuya subsistencia ha sido una constante durante los últimos 11.000 años. Como señala Jean Mitry, lo importante “no es el significado ni la significación, sino el continuo paso de lo no-significado a lo significado, el deslizamiento de lo emocional a lo intelectual a través de una significación siempre contingente” (Mitry, 1990:105).

III. A modo de conclusiones.

Finalmente, podemos señalar que Furlong, a diferencia de muchos de los llamados fotógrafos antropológicos, etnológicos y/o etnográficos, es un verdadero fotógrafo en términos ontológicos.

Evidentemente, en la imaginación de la cámara hay regiones que ya han sido suficientemente examinadas. El fotografiar en esas regiones es producir fotografías que ya han sido vistas; por lo tanto son redundantes, no son informativas. Fotografiar es buscar posibilidades no descubiertas dentro del programa de la cámara. De esta manera el fotógrafo no busca situaciones en el mundo exterior, es sólo un pretexto. En este sentido, la distinción entre realismo e idealismo es superada por la fotografía: el mundo exterior no es lo real; tampoco lo son los conceptos internos del programa del aparato; lo real es la imagen tal cual. El mundo y el programa del aparato no son más que premisas para la realización de las fotografías; son virtualidades que tienen que realizarse en la fotografía. No es real lo significado (el mundo exterior representado), sino lo significante, la información, el símbolo” (Flusser, 1990:34).
<<  Ô  >>

En relación a la composición visual, y utilizando los conceptos de Arnheim, el objeto de mayor volumen y peso visual que atrae nuestra mirada es el grupo selk’nam, incluyendo su reflejo en el agua, que ocupa mayoritariamente la mitad inferior de la imagen (a favor de un espacio anisótropo), y además, existe una simetría en cuanto a la cantidad de personas que se disponen hacia la izquierda y derecha del centro (4 personas). Sin embargo, pese a este equilibrio composicional, la imagen no esta quieta. La direccionalidad de los caminantes, nos invita a seguir su rumbo hacia un lugar incierto, coincidente con el flujo de la línea del tiempo que va de izquierda a derecha, y que representa, en términos psicoanalíticos muy básicos, el desarrollo de la humanidad desde lo primitivo hacia lo civilizado.

A diferencia de la fotografía utilizada en el texto del Congreso Americanista, la imagen que el autor elige para acompañar su texto publicado en la Harper’s Magazine permite multiples interpretaciones y evocaciones, lo que se condice con el texto escrito cuando nos habla de:

Si uno quiere ver a los Onas y su más alta majestuosidad pintoresca de su primitiva forma de vida, basta con verlos en la marcha. Primero van los perros olfateando en la avanzada, después los poderosos guerreros con sus armas en mano listas para ser usadas, y más atrás las mujeres. Algunas de ellas llevan a los niños en sus espaldas, otras la carga del campamento” (Furlong, 1910:227, traducción libre).

<<  Ô  >>
En relación al tipo de imagen, y su clasificación utilizando las categorías propuestas por Edwards para la fotografía antropológica, ésta puede ser considerada como sin elaboración o sin estilo. Estas fotografías no se caracterizan por ser anti-estéticas o de encuadre descuidado, sino por ser un testimonio de la intimidad y de la inmediatez de la observación, obviamente influida por la participación o presencia del propio fotógrafo en la actividad registrada (Edwards 2003:72).

¿Pero qué certeza tenemos sobre la espontaneidad de la fotografía?, en este sentido esta fotografía también podría ser considerada una reconstrucción o puesta en escena, utilizando la tercera y última categoría de Edwards. La cual se caracteriza por recrear situaciones observables en frente de la cámara “tal cual como son”. El problema de estas categorías es que suponen un conocimiento extradiegético, que va más allá de lo narrado. En este sentido saber si los sujetos están actuando o no para la cámara es un conocimiento que no puede ser extraído a partir de la fotografía misma.

<<  Ô  >>

En relación a la etiqueta que acompaña la imagen, ésta nos indica, primeramente, su adscripción cultural (Onas), pedestres (en oposición a los canoeros), precariamente vestidos y con una tecnología rudimentaria. Elementos que definen lo primitivo. Finalmente, nos entrega información sobre el fotógrafo, el lugar y la fecha en que fue tomada dicha imagen, elementos formales de identificación del registro científico.

Por lo tanto, podemos señalar que la fotografía utilizada por Furlong para este texto de carácter científico es descriptiva, redundante en relación a los contenidos del texto y de la etiqueta y que construye un sujeto fueguino estático, que se quedó fosilizado en tiempos pretéritos (recordemos su analogía con el hombre de la edad de piedra al inicio del texto) y cuya cultura debe ser rescatada en su totalidad antes de su extinción.

La imagen reafirma estos contenidos, y trabaja en función de ellos. Asegura su registro para el futuro, de aquellos hombres que se encuentran más cerca del origen del hombre y de su esencia. Preocupación última de toda tarea antropológica.

II.II. 1910. “The vanishing people of the Land of Fire”. Harper’s Magazine, enero, 217-229.

Sin embargo, Furlong es conocido en el ambiente antropológico no por su trabajo etnográfico en Tierra del Fuego, sino por sus fotografía que fueron incluidas en este artículo publicado 1910 en la revista Harper’s Magazine, y que hoy circulan masivamente en decenas de publicaciones nacionales y extranjeras.

En él, el autor, describe, desde una perspectiva subjetiva, intimista y vivencial los mismos contenidos entregados 5 años más tarde en el Congreso Americanista desde una perspectiva impersonal y objetivista.

En él encontramos la cantidad de 7 imágenes fotográficas que acompañan el texto, y a pesar de no saber si esta cantidad responde a una norma editorial de la revista, sí podemos suponer, al igual que en caso anterior, que las fotografías fueron elegidas por el autor.

Nuestro análisis se centrará sólo en una de las imágenes, quizás la más conocida de este artista y explorador, la cual ha sufrido una sobre exhibición en diversos contextos iconográficos, incluido el científico.


<<  Ô  >>
<<  Ô  >>
En este caso, un grupo de personas se ubica mayoritariamente en la mitad inferior del encuadre, obedeciendo las reglas de un espacio ANISÓTROPO (cuya direccionalidad NO es neutra, pues se encuentra sometida a las leyes de la gravedad, el arriba y el abajo siempre existen; estemos acostados o en posición invertida visualizando la imagen).

En términos formales, su composición se encuentra equilibrada por la figura del hombre de mayor estatura (Pupup probablemente) que ocupa el locus principal de atracción: el CENTRO. De esta manera, la imagen se estabiliza y el recorrido de la percepción visual se detiene, construyendo una imagen indígena estática, museográfica, estereotipante. Todos los Onas son como estos Onas fotografiados, pasan de la individualidad a la categoría o tipo racial (Edwards, 1990).

A su vez todo en la fotografía puede ser enunciado (es un grupo Onas, vestidos con pieles y llevan arcos y flechas), no hay ambigüedades en su contenido, pareciera que todo apunta hacia una correcta lectura. Tal como lo ratifica la etiqueta que acompaña a la imagen:

Fig. 2.- Grupo de Onas. Esta primitiva gente pedestre de Tierra del Fuego viste pieles de guanaco y llevan arcos y flechas. Tomada por el autor en Najmish, Diciembre, 1907” (Furlong, 1917b:437).

<<  Ô  >>

Según Rudolf Arnheim, teórico de la percepción visual, la mirada es siempre activa. Constantemente está buscando, recorriendo y estableciendo relaciones. Cuando el espectador se enfrenta a una imagen, primero la visualiza en su totalidad, para luego centrar su atención en el objeto de mayor volumen o peso (Arnheim, 1979).

<<  Ô  >>

Este texto contiene en su interior sólo una imagen fotográfica. No sabemos si esto corresponde a una norma editorial del acta o a la voluntad del autor. Nos inclinamos por la primera, pues existe una semejanza en cuanto a la cantidad de imágenes y disposición de ellas en otro texto publicado por el autor en esta misma acta. Sin embargo, si podemos suponer con bastante seguridad que, la imagen que acompaña e ilustra el texto fue elegida por el autor.

Esta fotografía, que acompaña a la descripción objetiva realizada por el autor, responde a los parámetros cientificistas de la época. Señalemos, que existían manuales que indicaban la correcta manera de tomar fotografías de carácter antropológico (Griffiths, 1997).

Según la historiadora Elizabeth Edwards, la fotografía antropológica busca, por lo general, “mostrar cómo es la apariencia de una persona, cómo está vestida, o cómo se emplea algún artefacto de la cultura material” (Edwards, 2003:62). En este caso los sujetos fotografiados están posando para la cámara, fueron ubicados en un lugar abierto, de buena iluminación, y sin elementos distractores que dificulten su lectura. Así, el observador puede, desde una posición frontal y en un plano general, una visión optima según las convenciones heredadas del teatro, a un grupo de personas vestidas con cueros y portando elementos de su cultura material.

Es decir, los elementos fotografiados están cuidadosamente dispuestos para ser visualizados por el espectador desde una posición privilegiada.
<<  Ô  >>

II. Relación texto-imagen en dos de las publicaciones de Furlong.

II.I. 1915. “The Haush and Ona, Primitive Tribes of Tierra del Fuego”. XIX International Congress of Americanist, Washintong. Publicado en 1917, 432-444

En general, el texto se encuentra escrito en un tono impersonal, objetivista, clasificatorio, y generalizante. En él se hace referencia ordenadamente a las características de estos grupos culturales partiendo por el nombre tribal, su historia, su lenguaje, sus costumbres y su cultura material en general.



<<  Ô  >>
A su regreso publicó una serie de artículos en la revista Harper’s Magazine, los cuales relatan en detalle su viaje y las particularidades culturales de los distintos grupos “tribales” (como él los llamó) con los cuales convivió.

1908. “To the cold Land of Fire”. Harper’s Magazine, Noviembre.883-893.

1909. “Amid the Islands of the Land of Fire”, Harper’s Magazine. Febrero, 335-347.

1909. “The Southernmost people of the world”, Harper’s Magazine. Junio. 126-137.

1909. “Into the unknown land of the Onas”, Harper’s Magazine. Agosto.443-455.

1910. “The vanishing people of the Land of Fire”, Harper’s Magazine. Enero.217-229.

De esta manera, es uno de los primeros en escribir sobre las particularidades lingüísticas, fisiológicas, alimenticias, ornamentales, ambientales, geográficas, históricas y rituales de los cuatro grupos culturales diferenciables en el archipiélago de Tierra del Fuego. Me refiero a los Yaganes, Alacalufes, Haush y Onas, distinción que perdura hasta hoy en día.

Más tarde, en 1915, expone en el 19º Congreso Internacional Americanista y publica los siguientes artículos:

1915.“The Alaculoofs and the Yahgans, the world’s southernmost inhabitant”. XIX International Congress of Americanist, Washintong. Publicado en 1917, 420-431.

1915. “The Haush and Ona, Primitive Tribes of Tierra del Fuego” XIX International Congress of Americanist, Washintong. Publicado en 1917, 432-444

En 1917 el Dr. John Cooper, escribe en el prefacio de una revista especializada de etnología (Bulletin del Bureau of American Ethnology), “el íntimo conocimiento personal del profesor Furlong sobre las tribus fueguinas lo convierten en la más alta autoridad norteamericana en relación a estas culturas” (American Anthropologist, 1965:464).

En este sentido, Charles Wellington Furlong, sin ser un antropólogo de formación, es considerado un experto en el área sub-antártica producto de su trabajo prolongado, íntimo y que trae consigo un registro sistemático y riguroso según las normas científicas de la época. Colección que fue ordenada, rotulada y clasificada por el propio autor durante sus últimos años de vida (1960-1967), y hoy en día se encuentra a disposición de los especialistas en el Dartmouth College Library.

<<  Ô  >>
Después de su estadía en los canales yaganes, Furlong emprende su segunda expedición. Para ello se traslada hacia la Hacienda Remolinos (de la familia Lawrence), y luego hacia Harberton (hacienda de la familia Bridges) pidiendo ayuda. De allí emprende viaje, junto a cuatro Selk’nam, hacia Río Grande. Sus acompañantes fueron en un principio Aanikin, Otroshoal, Warkceo (y sus 2 esposas) y Shoyien. Después de atravesar la Sierra Sorondo y una ruda selva húmeda llegan al lago Cami, lugar denominado como el corazón de la Isla de Tierra del Fuego, pues en ella se refugiaron por décadas los Selk’nam del proceso de extinción. Es en este lugar donde se reúnen los viajeros con Halimink (tio de Aanikin), Chalshoat y Pupup. Finalmente todos, incluyendo a sus familias, llegan a Najmish, estancia propiedad de los Bridges donde permanecen algún tiempo. Con respecto a su último trayecto desde Río Grande hasta Bahía Inútil es poca la información hasta ahora encontrada.


Al poco tiempo se embarca hacia territorio Yagan, por el canal Beagle hacia la angostura de Murray, visita la bahía de Wulaia, antiguo asentamiento yagan, y posteriormente se traslada al campamento yagan ubicado en Río Douglas donde conoce a Asagyinges y su familia. Allí permanece casi dos meses realizando medidas antropométricas, impresiones de manos y pies, registro sonoro y fotográfico. Además recorre las costas de isla Navarino e isla Hoste. A finales de diciembre de 1907 encuentra un bote auxiliar de un antiguo barco neozelandés, el cual repara y emprende viaje, junto a 4 yaganes, hacia las islas Wallaston y Cabo de Hornos. Sin embargo, el mal tiempo los repele en Bahía Nassau (Furlong, 1911).

<<  Ô  >>

Su viaje realizado en el Archipiélago fueguino se divide en tres grandes etapas:

1) Brooklyn, Punta Arenas, Ushuaia.
2) Ushuaia, Canal Beagle, Río Douglas (isla Navarino) y viaje en compañía de un grupo de yaganes rumbo a Cabo de Hornos.
3) Haciendas Remolinos (Lawrence) y Harberton (Bridges), Lago Cami (actualmente Fagnano), Najmish (en las cercanías de Río Grande), y Bahía Inútil junto a un grupo de Onas (Aanikin, Otroshoal, Halimink, Pupup y sus familias entre otros).

Entre los hitos de este viaje, cabe destacar que en Septiembre de 1907 se embarca en Brooklyn rumbo a Punta Arenas, ciudad a la que arriba 7 semanas después. Al llegar a esta ciudad, importante puerto de abastecimiento antes de la apertura del canal de Panamá (1920), se encuentra con el viaje anual de la corbeta Presidente Sarmiento hacia los canales australes (Armada Argentina). De esta manera llega al puerto de Ushuaia cuatro días más tarde (Furlong, 1932).






Fotografía antropológica de Charles Wellington Furlong
(Archipiélago Fueguino, 1907-1908).


Los objetivos de esta ponencia son: posicionar la figura de Furlong como etnógrafo, y discutir la utilización de la fotografía antropológica. Para ello analizaremos dos fotografías, una publicada en un contexto científico, actas del XIX Congreso Internacional Americanista, y la otra publicada en un medio de difusión masiva, Harper’s Magazine. La comparación entre ambas publicaciones nos permitirá discutir el tipo de sujeto histórico construido por las ciencias etnológicas y antropológicas.


Palabras claves: Charles Wellington Furlong, Fotografía Antropológica, Expedición a Tierra del Fuego, Imaginario e Ideología.

Autor: Felipe Maturana
Licenciado Antropología Social, Universidad de Chile.

e-mail: avisual@uchile.cl




Revista Chilena de Antropología Visual -
número 6 - Santiago, diciembre 2005 -
74/94 pp. - ISSN 0718-876x.
Rev. chil. antropol. vis.




Felipe Maturana
I. La figura de C. W. Furlong y su viaje entre los habitantes más australes del mundo.

Charles Wellington Furlong fue durante su vida un artista, un dibujante, un escritor, un geógrafo, un etnógrafo, un científico, un militar, un escalador, un navegante y un explorador (Dartmouth College Library).

 


En 1907, a la edad de 33 años y después de haber sido profesor de dibujo en la Universidad de Cornell y miembro del grupo explorador que descubrió los restos de una antigua fragata norteamericana en el norte de África, decide realizar una expedición al Archipiélago fueguino y sus habitantes. Su buen prestigio como artista y escritor, le permitió conseguir un préstamo de la revista Harper’s Magazine, publicación que existe desde 1850 hasta la fecha. Este préstamo fue pagado por Furlong a través de sucesivos artículos para esta revista de reportajes, que son objeto de este estudio (American Anthropologist, 1965).

De esta manera, se gesta la primera exploración de carácter científico, y antropológica,  en  atravesar  el  corazón  de  la  Isla  Grande  de  Tierra   del
Fuego. Durante su estadía tomó medidas antropométricas e impresiones de manos y pies, hizo registros sonoros de canto y habla indígena, obturo centenares de fotografías (cerca de 700), y recolectó decenas de artefactos etnográficos como arpones, cestería, cuerdas, flechas, entre muchas otras cosas que hoy descansan en distintos museos e instituciones de Estados Unidos. Cabe señalar, que este tipo de prácticas etnográficas era muy escasa entre los antropólogos e intelectuales de la época, quienes en la comodidad de sus laboratorios urbanos analizaban las informaciones recolectadas por sujetos como Furlong en los extremos del planeta.


Bibliografía

American Anthropologist. 1965.. Brief Notes on the Furlong Collections. Vol. 67. nº2.

Arnheim, Rudolf. 1979. Arte y percepción visual: psicología del ojo creador. Alianza Editorial, Madrid.

Chapman, Anne. 2003. El fenómeno de la canoa Yagán. Universidad Marítima del Mar.

Curtis, Edward S. 1909. The north american Indian.

Dartmouth College Library. “Furlong, Charles Wellington”. National Cyclopedia of American Biography, pp 292-293.

Edwards, Elizabeth. 1990. The image as anthropological document. Photographic 'Types': The pursuit of method. En: Visual Anthropology, Vol. 3, pp. 235-258.

Edwards, Elizabeth. 2003. La Fotografía de Martín Gusinde en un contexto antropológico más amplio. En: “12 Miradas. Ensayos sobre los Selknam, Yaganes y Kawesqar”. Peter Mason y Carolina Odone (editores). Ediciones Cuerpos Pintados. Fundación América, Santiago de Chile.




Flusser, Vilém.
1990. Hacia una filosofías de la fotografías. Editorial Trillas, Sigma, México.

Furlong, C. W. 1908. To the cold Land of Fire. Harper’s Magazine. Noviembre. 883-893.

Furlong, C. W. 1909a. Amid the Islands of the Land of Fire. Harper’s Magazine. Febrero, 335-347.

Furlong, C. W. 1909b. The Southernmost people of the world. Harper’s Magazine. Junio. 126-137.

Furlong, C. W. 1909c. Into the unknown land of the Onas. Harper’s Magazine. Agosto.443-455.

Furlong, C. W. 1910. The vanishing people of the Land of Fire. Harper’s Magazine. Enero.217-229.

Furlong, C. W. April 1911.
Cruising with the Yahgans. The Outing Magazine, Volume LVIII, Numer 1.

Furlong, C. W.
1917a. The Alaculoofs and the Yahgans, the world’s southernmost inhabitant. XIX International Congress of Americanist, Washintong 1915. Pp 420-431.

Furlong, C. W. 1917b. The Haush and Ona, Primitive Tribes of Tierra del Fuego. XIX International Congress of Americanist, Washintong 1915. Pp. 432-444.

Furlong, C. W. 1932. Exploration in Tierra del Fuego and the fuegian archipielago. Paper read at the evening meeting of the society on 5 December 1932. Geographical Journal, Royal Geographical Society.

Griffiths, Alison. 1997. Knowledge and visuality in turn of the century anthropology: The early ethnographic cinema of Alfred Cort Haddon and Walter Baldwin Spencer. En: Visual Anthropology Review, Volumen 10, pp. 18-43.

Mitry, Jean. 1990. La semiología en tela de juicio (cine y lenguaje). Ediciones Akal S.A., Madrid, España.

Ricoeur, Paul. 1999. Del texto a la acción. Ensayos de hermenéutica II. Fondo de Cultura Económica.

75
83
82
81
80
79
78
77
76
87
86
85
84
91
90

89
88
94
93
92

Fotografía Antropológica de Charles Wellington Furlong
(Archipiélago Fueguino, 1907-1908).


The aims of this paper are: to position Furlong’s person as an ethnographer and to discuss the use of anthropological photography. To do so we will analyse two photographs, one published in a scientific context (Proceedings of the XIX Congreso Internacional Americanista), and the other one published in a massive media (Harper’s Magazine). The comparison between both publications will allow us to discuss the type of historical subject constructed by ethnological and anthropological sciences.


Key words: Charles Wellington Furlong, anthropological photography, expedition to Tierra del Fuego, imaginary, ideology.

Autor: Felipe Maturana
Licenciada Antropología Social, Universidad de Chile.

e-mail: avisual@uchile.cl



Revista Chilena de Antropología Visual -
número 6 - Santiago, diciembre 2005 -
74/94 pp. - ISSN 0718-876x.
Rev. chil. antropol. vis.